domingo, 27 de diciembre de 2015

Un cuento de Navidad -Tomasa

                                        Tomasa la mujer sin ilusión

Hace mucho, mucho tiempo, vivió en una gran ciudad, una mujer (llamada Tomasa).

La cual era la dueña de una tienda de empeños, donde la gente dejaba parte de lo que tenían, a cambio de un poco de dinero que arreglar sus problemas.

Tomasa ya era una mujer mayor y aunque la vida no la había tratado bien en el amor, si en los negocios, ya que su negocio en tiempos difíciles, era cuando mas ganaba y mas ahora que se acercaba la navidad.

La vida no le había dado hijos, ni sobrinos, ya que la única familia que tenía era a su hermano Pedro, que aunque estaba casado desde  joven la vida no le había dado hijos, por mucho que los deseo.

Pero Tomasa no se llevaba bien con su hermano que era menor que ella, ya que a pesar de no tener hijos y ser pobres, los amigos no le faltaban ya que era un hombre con un gran corazón.

Era el día antes de navidad, y la tienda estaba llena de gente, queriendo vender algunas de sus cosas a cambio de algo de dinero.
Para Tomasa trabajaba una joven, despachando al publico a la cual le pagaba una miseria a cambio de pasarse el día trabajando sin parar.

Pero aquella joven no tenía familia, y nadie que la ayudase a nada, así que conservar ese trabajo era lo único que podía tener para pagar el alquiler de un cuarto pequeño.

Era casi de noche, cuando a la tienda llego una tarjeta de felicitación de su hermano Pedro, como cada año en esas fechas, en la que la invitaba a Tomasa y a su empleada Silvia, a su casa el día de Navidad.
Pero Tomasa en cuanto veía la tarjeta se ponía de mal humor y le decía a su empleada, que la echase al fuego que no servía para nada.

Pero su empleada Silvia, la guardaba en su bolsillo sin que Tomasa la viera, cosa que había estado haciendo desde que empezó a trabajar allí.
A Silvia le gustaba guardarlas para ella e imaginarse que era su familia quien se la mandaba, para estar con ella en Navidad.

Cuando llego la hora de cerrar la tienda esa noche (Tomasa, refunfuñando), le dijo a su empleada que al día siguiente no tenia que trabajar, ya que era Navidad y nadie iba a su tienda ese día.
Pero que no esperara que le pagase demás, y que al día siguiente después del día de  Navidad tendría que recompensarla trabajando el doble si quería seguir trabajando allí.

Si, señora contestaba (Silvia muy sumisa), y con las manos y los pies helados, por no tener suficiente dinero para comprase unas botas nuevas, unos guantes y un abrigo que le abrigase esos días de invierno, Silvia se marcho a su casa, (si es que se le podía llamar así).

Y Tomasa se marcho a su casa en el centro de la ciudad, era una casa tan grande, que ella solo vivía en la parte de abajo, sin subir nunca a la parte de arriba.

Su viejo perro la esperaba, como cada noche al lado de la chimenea esperando que se la encendiera para calentar sus viejos huesos.
Pero Tomasa era tan tacaña que solo echaba un poco de leña a la chimenea, así que el calor que desprendía era muy poco.

Se tomaba un vaso de caldo, y se acostaba enseguida, para así dormirse pronto, y por la mañana tener tiempo de contar todo el dinero que guardaba bajo una losa en su casa, ya que no se fiaba de los bancos.

Porque cada vez que podía, le gustaba contar todo el dinero, que había guardado con el paso de los años, sin importarle nada mas.

Pero algo paso esa noche, alguien llamo a su puerta haciendo mucho ruido, y Tomasa con muy mal genio dijo: ya voy, y abrió la puerta.
Aunque desconfiada, Tomasa pregunto, que quería siendo tan pequeño a esas hora de la noche.

Aquel pequeño le respondió algo asustado, traigo un mensaje de su empleada Silvia Señora, se ha puesto muy mala y como yo soy su vecino, mi madre me ha dicho que viniese a avisarla, ya que Silvia habla siempre muy bien de usted, y no tiene a nadie mas.

Tomasa se queda quieta y callada ante aquella situación, y el pequeño le dice señora yo ya la he avisado, me voy.

Tomasa cierra la puerta muy despacio mientras piensa: que se ha creído esa empleada, que yo tengo tiempo para ir a cuidarla, anda y que se cuide ella sola.

Pasaron las horas pero algo dentro de Tomasa no andaba bien, sentía algo que le molestaba en el pecho, algo parecido a la culpabilidad, se sentía mal de no ayudar a aquella joven.
Pero eso no puede ser se repetía a si misma, yo no soy su familia, a si que me iré a dormir.

Pero el sueño no le llegaba, ya que sin darse cuenta la preocupación por saber de aquella joven, tonta y torpe no dejaba de preocuparle.

Así que llego la mañana y Tomasa sin haber dormido nada esa noche y sintiéndose mal y angustiada, en ese momento oyó en la calle la gente diciendo ya es Navidad, felices fiestas.

Tomasa se vistió muy tranquila y se hizo un café y como ese día no tenia que ir a trabajar se propuso salir a la calle, y viendo la felicidad de las personas con las que se cruzaban, algo le paso, y es que el espíritu de la Navidad se le había contagiado, así que fue a comprar unos dulces y a visitar a Silvia su empleada.

Al llegar a casa de Silvia Tomasa llamo a la puerta, pero nadie respondió, así que volvió a llamar muy insistente, pero nada, nadie abrió, pero en ese momento el pequeño que fue a buscarla por la noche la vio allí y le dijo - que Silvia estaba mejor y que había salido a dar una vuelta para calentarse un ratito a sol.

Y Tomasa pensó que irresponsable, si esta mala no debería salir a la calle, debería estar descansando, así que tendré que ir a buscarla- dime niño sabes por donde estará, anda si me ayudas estos dulces que llevo aquí serán para ti.
Si señora yo le digo, y dándole Tomasa los dulces al pequeño se fue a buscar a su empleada Silvia.

Y justo en el parque de allí al lado, Silvia estaba sentada en un banco tomando el sol. Tomasa al verla le pregunto: ¿no estas enferma muchacha? si un poco respondió Silvia, pero es que en mi casa hace mucho frio.

Pues claro, dijo Tomasa refunfuñando, es que donde se esta bien con este frio es sentada al lado de una buena chimenea, así que vamos a mi casa, que allí nos calentaremos al lado de un buen fuego y te haré una sopa caliente para que te mejores.

Silvia sin apenas creérselo acepto de muy buenas ganas y se fue con Tomasa, su jefa y ahora según parecía su amiga.

Y así fue como Tomasa y Silvia se hicieron amigas, aunque pasado un tiempo se llevaban tan bien que parecían madre he hija.

Así que desde entonces, pasaron las Navidades siempre la una en compañía de la otra, cuidándose y desde aquel día Tomasa entendió que siempre es mejor tener a alguien a tu lado, aunque no sea de tu familia.

                                                        FIN
















miércoles, 16 de diciembre de 2015

Saturnino y las gallinas.

Amaneció un día muy soleado y Saturnino se levanto dispuesto a buscar sus pobres gallinas, antes de que alguien las echara al puchero.

Dio de comer a su burro Pastoro, y se encamino a buscar casa por casa del pueblo, preguntando a la gente si alguien había visto a sus gallinas, ya que se las habían robado.

Nadie supo decirle nada, excepto un niño que jugaba fuera de su casa, le dijo que el día antes había visto un hombre al que no conocía con un saco muy grande.

Y que cuando el le pregunto que llevaba en el saco, le dijo- que eso no le importaba, pero que el había visto que eran gallinas, porque asomaban el pico por el saco.

Saturnino se puso muy preocupado, pensando que probablemente no volvería a ver a sus gallinas.

Pero por cosas del destino, la madre de aquel niño le dijo, que como ella era cocinera un hombre de las afuera del pueblo, la había contratado para cocinar unas gallinas, y que le hiciera un buen caldo.

Saturnino le respondió, ¿y como sabes tu que esas gallinas no son de el?.

Contesto aquella mujer: porque lleva varios días buscando que alguien le vendiera unas gallinas, y la verdad no se donde las habrá comprado.

Entonces iré a ver a este señor, (dijo Saturnino enfadado), ya que yo reconozco muy bien a mis gallinas.

Eso hizo Saturnino, al llegar allí amarro su burro en un árbol que había en la entrada de aquella casa, y fue a llamar a la puerta, pero justo en ese momento escucho a sus gallinas cacareando.

Miro por el cristal de la ventana y vio a sus gallinas en una jaula en la cocina, que estaban dispuestas a ser cocinadas.

Saturnino no podía permitirlo, así que se puso a golpear la ventana, para llamar la atención del hombre que estaba en aquella casa.

Aquel hombre salió muy enfadado, y le dijo a Saturnino que se marchara de allí, que no quería visitas en su casa.

Pero Saturnino respondió que el se iría de allí cuando le diera a sus gallinas, (que el le había robado).

Pero aquel hombre le respondió, que tenia que ser un mal entendido, ya que las gallinas se las había encontrado sueltas en el campo.

Pero que como el no quería pelear con nadie, quiso hacer un trato, (si usted dice que son sus gallinas), yo se las daré, sin pelear, pero a cambio me quedare con una, que tengo muchas ganas de un buen caldo.

Nada de seo grito Saturnino, no harás ningún caldo con mis gallinas.

Y justo cuando las cosas se empezaban a poner feas, llego la cocinera que traía, un buen caldo en una cazuela, hecho de su casa.

Gracias a esa buena mujer, aquel hombre accedió a dar todas las gallinas a Saturnino.

Así que contento y muy feliz, Saturnino se marcho con sus gallinas a su casa.

Ya solo le quedaba recuperar a sus dos cabras, pero eso será otra historia.

























lunes, 14 de diciembre de 2015

Saturnino y sus animales .

En un pequeño pueblo rodeado de montañas, vivía un hombre con sus animales, su nombre era Saturnino.

Corrían tiempos difíciles y el trabajo no abundaba mucho, así que Saturnino que es como todos los conocían en el pueblo tenía, una pequeña granja, era un hombre soltero y sin hijos a pesar de ser ya algo mayor, pero el era feliz junto a sus animales.

Se levantaba cada mañana al alba, y ordeñaba a sus dos cabras, daba de comer a los cerdos y cogía los huevos de sus amigas las gallinas, que como el decía: le regalaban cada mañana, huevos frescos.

Luego desayunaba, y después salia con su burro Pastoro a la plaza del pueblo a vender la leche de sus dos cabras  y los huevos de sus hermosas gallinas que según el, eran los mejores de la comarca.

Cuando Saturnino regresaba todos los días a su casa ya era mediodía, aunque el no se daba prisa en volver ya que a parte de sus animales nadie le esperaba.

Un día como otros muchos, Saturnino camino de su casa, se echo la siesta bajo un gran roble que había junto al camino.

Mientras el dormía muy tranquilo, su burro aprovechaba para comer toda la hierva que quería.

Pero paso que aquel día Saturnino durmió mas de la cuenta y cuando despertó ya era de noche.

Busco a su burro desesperado pero por mucho que lo llamaba el burro no aparecía.

Así que sin saber que hacer tomo el camino a su casa, pero cuando llego vio que los animales no estaban.

No veía a sus cabras y la puerta del gallinero estaba abierta, (o Dios mío) era lo único que tenía y me lo han robado todo.

Nervioso y con miedo, entro a su casa ya que era de noche, encendió la chimenea y se sentó a mirar como ardía la leña y pensando que cuando se hiciera de día tendría que ir a buscarlos ya que eran todo lo que el tenia.

 Y con el paso de los años les había tomado mucho cariño, y ahora no sabría vivir sin ellos.

A la mañana siguiente se dirigió a un pueblo cercano, donde todos los días había venta de animales de granja.

Y pensando que sus animales estarían allí en manos de un mal hombre, se fue a buscarlo.

Pero al llegar allí cual fue su sorpresa que su burro estaba amarrado al lado de otros burros y un comerciante quería venderlo.

Saturnino sin pensar siquiera, gritando muy fuerte, llamo a aquel comerciante ladrón, ese es mi burro Pastoro y me lo has robado sin vergüenza, y ahora pretendes vender lo que no es tuyo.

El comerciante de burros lo negó todo y le dijo que a el se lo habían vendido aquella misma mañana, y no tenia intención de perder el dinero que había pagado.

Pero Saturnino replico yo no tengo porque pagar por un animal que ya es mío, ademas llevamos muchos años juntos.

Tanto así fue, que el burro no paraba de tirar de la cuerda queriendo irse con el.

Pero Saturnino tenía muy poco dinero, solo lo justo para ir tirando día a día, así que no sabía que hacer.

Tenía que recuperar a su burro fuera como fuera, ya que sus gallinas y sus dos cabras no estaban allí.

Así que ideo un plan,  esperaría a que el pueblo se llenara de comerciantes y todo aquel que se acercase a su burro, con intención de comprarlo,ya el se encargaría de espantarlo.

 Diría cosas como (que el burro nadie lo quería), porque daba muchas coces y su anterior dueño se había quedado cojo por culpa del burro, así nadie lo compraría.

Y así lo hizo, cada vez que alguien se le acercaba, sin que el comerciante se diera cuenta, se ponía a hablar mal del burro, espantando a los compradores.

Y al llegar la noche espero que todos durmieran en aquel pueblo y con mucho cuidado, cogio a su burro que estaba amarrado en un viejo establo.

Cuando salieron del pueblo sin ser vistos, Saturnino se monto en su burro y se marcharon a casa, felices de estar juntos de nuevo.

Ya solo tenía que buscar a sus dos cabras y sus amigas las gallinas.

Pero eso lo sabremos en el siguiente capitulo.


























sábado, 24 de octubre de 2015

La ultima calabaza.

Cuentan que una vez hubo una calabaza, que fue recordada por todos los habitantes de un pequeño pueblo en las montañas.

Era la noche de halloven y todas las casas tenían en sus puertas una calabaza con un trozo de carbón para protegerse de los malos espíritus y así poder guiar el camino iluminado a sus seres queridos que ya no estaban con ellos.

Bueno todas las casas tenían una calabaza, porque la habían cogido en el campo hacia varios días.
Pero dejaron una calabaza, solo una sin coger ya que ha nadie le gustaba su forma, ella no era redonda como las demás, estaba un poco aplastada así que  nadie la quiso.

Ella veía a lo lejos a todas sus hermanas muy felices alumbrando las casas, mientras ella se sentía sola y abandonada.
Pobre calabaza, se había pasado toda su vida preparándose para esa noche, y ahora su sueño, (su mayor sueño) que había sido siempre formar parte de esa noche ya nunca se cumpliría, seguramente acabaría siendo la comida de algún animal.

La noche estaba muy oscura, y la pobre calabaza solo quería desaparecer de allí, (de aquel lugar), pero no podía, ya que no podía andar.
Sola y triste recordaba el día en que vinieron a por sus hermanas, y ella cada vez se iba quedando mas sola, al ver que nadie la quería.

Con los ojos llenos de lagrimas miraba al cielo, y su sueño se desvanecía entre las estrellas.
Aunque en el fondo de su corazón sabia que seguramente pasaría eso, ya que ella veía que era diferente a sus hermanas.

Pero paso algo que ella ya no esperaba, vio a lo lejos una luz que se dirigía hacia ella, y tuvo miedo creyó que aquel seria su final.
Así que cuando vio venir aquel hombre con un cuchillo empezó a temblar de miedo.

El hombre se acerco a ella, y con mucho cuidado corto la parte que la unía a la tierra, la cogió en brazos y le dijo: (calabaza hoy es tu día de suerte), ya que a pesar de tu forma seras la que alumbres mi casa, ya que mi pequeña esta enferma y esta esperando que le lleve una calabaza.

La calabaza al oír estas palabras se puso muy contenta, no solo tendría el honor de ser una calabaza como las demás, sino que ademas una niña la estaba esperando, (se podía ser mas feliz) pensó.
Al llegar aquella casa, aquel hombre la puso en las manos de su hija, entre ella y sus padres la adornaron y le pusieron un carbón dentro para que se viera su luz.

Al fin la calabaza había encontrado su lugar y ya no estaba sola, ahora era feliz.
                                                Fin.

































viernes, 23 de octubre de 2015

Marta y Lucia, el día de Hallowen.

Marta y Lucia, se despertaron temprano por la mañana, era Hallowen y su madre les había prometido que harían una fiesta, a la que estarían invitados todas sus amigas y amigos.

Marta quería vestirse de princesa, pero Lucia no, ella quería vestirse de bruja.
Su madre al ver que sus hijas querían vestirse cada una con un disfraz diferente, las llevo al desván, abrió un viejo baúl, y saco algunos vestidos.

Marta estaba entusiasmada, eran tan bonitos que no sabía cual escoger, en cambio Lucia estaba enfadada, ya que no había ningún vestido que le valiese para vestirse de bruja.

Pero su madre al ver su carita triste y desilusionada, le dijo: Lucia acaso crees que me he olvidado de ti, (no mama) dijo Lucia, ya se que no.
Entonces cariño quiero que abras la caja que esta en aquel rincón, ¿ cual mama, la que tiene la tapa roja? si  cariño esa, respondió su madre con una agradable sonrisa.

Lucia abrió la caja que tenia algo de polvo, pero eso no le importo, porque dentro de aquella caja había un viejo vestido algo arrugado, pero lo que a ella mas le gusto es que era de bruja. 
Mama, mama mira es el vestido que yo quería, (dijo Lucia muy contenta).

Bueno ahora que las dos tenéis vuestros vestidos, es hora de preparar la fiesta, (dijo su madre muy ilusionada).
Marta, Lucia, tenemos que adornar la casa con las calabazas que hemos comprado y las otras cosas, como las arañas de mentira que tanto miedo le dan a la abuela.(dijo su madre muy entusiasmada).
Vale mama, (dijeron las niñas), y todas juntas se pusieron a decorar la casa.

Llego la tarde, y la casa estaba ya preparada para la fiesta, daba hasta miedo con tantas calabazas decoradas, arañas colgando por todas partes y hasta fantasmas mirando por las ventanas.

Marta y Lucia se fueron a vestir mientras su madre terminaba de preparar los dulces para la fiesta.
Era ya casi de noche cuando llego su padre y  su abuela Lola, y  eso que a su abuela no le gustaba mucho estar allí ese día, ya que no le gustaban las arañas colgando del techo ya que la ponía muy mal.

Pero al ver a sus nietas tan ilusionadas con sus disfraces, dejo de pensar en las arañas y solo deseaba que empezara la fiesta.
Pronto empezaron a llegar los invitados a la fiesta, todos llevaban disfraces, y el mas divertido y a la vez terrorífico era el de su amigo Carlitos, que parecía un muerto viviente de verdad, hasta la abuela se quedo asombrada.
Todo parecía ir bien la música sonaba, los niños se estaban divirtiendo, a la vez que no dejaban de comer pasteles en forma de calabaza.

Cuando de pronto la música dejo de sonar, se oyeron muchos ruidos y quejidos en la casa, todos se asustaron mucho y empezaron a gritar aterrorizados.

Marta se agarro a la mano de su abuela, en cambio Lucia se hizo la valiente y fue hacia donde venían los ruidos y quejidos.

Todos les gritaban (Lucia no vayas, puede pasarte algo), pero ella creyendo que la ropa de bruja la protegería, fue y entro a la cocina de su casa que estaba muy oscura, de pronto algo toco su mano y empezó a temblar de miedo.

A la vez que una voz le decía (Lucia ven conmigo), pero ella grito muy fuerte (no), -quiero que te vayas de mi casa- y te lo digo muy enserio.

De pronto alguien se puso a reír a carcajadas, a la vez que encendido la luz, y Lucia se dio cuenta de que era su padre el que le había querido asustar.

Su padre pidió perdón a todos los que estaban en la fiesta por haberles asustado, pero todos se dieron cuenta de que había sido muy divertido a pesar de todo.

 Marta con todos los niños y niñas que estaban allí incluyendo la abuela y sus padres, (felicitaron a Lucia) por haber sido tan valiente.

Y la pequeña brujita muy orgullosa tomo a su hermana de la mano y dijo (que siga la fiesta), la música sonó de nuevo y todos se lo pasaron muy bien.

A pesar del miedo que pasaron todos, fue una noche inolvidable, sobre todo muy divertida y nada, nada aburrida.
                                                Fin







































domingo, 4 de octubre de 2015

Detrás de la puerta marrón alguien mira.

Alguien mira detrás de una puerta, ¿ quien sera?, ¿que querrá, que no dice nada?.

Es una niña pequeña, que ve como su padre dejado y cansado duerme intranquilo.
¿Que sera lo que le atormenta?, porque sera que esa niña no entra a la habitación y mira detrás de la puerta.

Acaso su padre se lo habrá prohibido, os es que ella sabe que muy pronto el se marchara.
(O mi pequeña niña), (mi pequeña amapola), ven al lado de tu padre que esta triste y solo, pero que muy pronto partirá a una vida mejor.

No estés tristes mi pequeña, (ven entra) que quiero estar contigo y verte bien la cara.
Pero la niña no se atreve a entrar y sigue detrás de la puerta fijando su mirada.

De pronto su madre llega a su casa, viene triste y demacrada, parece que hubiese envejecido en unos meses.
Ve a su pequeña,  se va hacia ella y la abraza con mucho amor, y le dice en voz baja: cariño mio ve con papa, el te espera.

Pero la niña se niega a entrar, parece sentir que sera la ultima vez que vea a su padre.
Por eso lo mira detrás de la puerta, quiere evitar que quien viene a por su padre se lo lleve.

Mi pobre pequeña, se me desgarra el alma de sentirte tan cerca y a la vez tan lejos, (anda ven junto a mi).
Pero en unos segundos los ojos de la pequeña se cierran y su madre llora de rodillas destrozada junto a la cama.

(La niña, la pequeña amapola) de su padre sale detrás de la puerta y coge la mano de su padre ya derrotada.

Su madre la mira y piensa porque la vida a veces es tan injusta, y (en ese momento, en ese preciso momento) una luz fuerte y brillante, ilumina la cara de la pequeña y abre los ojos de nuevo.

(Su madre da gracias), y le dice a la pequeña: cariño ¿te despediste de tu padre?.
Y la pequeña le contesta, (si mama) y le dije: que ya iré mas tarde, (que ahora quiero estar contigo), y salir de esta cama.












viernes, 2 de octubre de 2015

Silia la mujer solitaria.

Una tarde fría de invierno junto a un vieja chimenea, una mujer se calentaba sus manos frías y arrugadas por el paso del tiempo.

Esta mujer como cualquier otra persona tenia una historia, (su historia) esa vida que una vez vivió sin importarle el mañana.
Silia era ya mayor y estaba sola, las paredes de su casa marcadas por el tiempo, con la pintura caída y sus paredes quebrajadas  dejaban ver que una vez fue una gran casa.

Al igual que la vida de Silia, que una vez también fue joven y soñadora, creyendo que siempre seria joven y que el amor a su lado siempre estaría.

Silia desde niña fue muy valiente no dejando que nadie la intimidara, y sin embargo ahora daba pena verla tan sola y apagada.

¿Donde esta la niña que una vez fue feliz? y a la que la vida parecía dárselo todo.
Esta mujer de ahora apenas se levanta de una vieja silla, (y no es que no pueda) sino que a veces el alma se olvida de que aun estamos vivos y nos deja sentados.

(Levanta mujer) oyó una mañana, fue la voz de su marido que la miraba desde los pies de la cama, o al menos eso creía ella, ya que hacia tiempo que el no estaba.

Pero para que levantarme si nadie me espera al alba, (y se oyó la voz de nuevo)- si esposa levanta- que aunque yo te espero aun le debes algo a la vida, anda y mira por la ventana.
Y Silia apenas sin fuerzas se acerca a la ventana y a través de un cristal empañado por la niebla de la mañana mira y no ve nada.

No entiendo, esposo que quieres que mire si no hay nada, ¿dime Silia que ves?, (nada ya te lo dije), no veo nada.
Eso sera porque miras con la mirada de siempre, anda limpia el cristal y mira de nuevo, ¿ que ves ahora?.

Silia se queda mirando un buen rato, y de pronto algo llama su atención, un pequeño pajarito en la rama de un árbol tiembla de frío, y Silia sin apenas pensárselo sale fuera de la casa y con mucho cuidado lo coge y lo lleva dentro de su casa, al acercarlo a la chimenea sobre sus manos, el pajarito se posa aliviado y tranquilo.

Silia ya no esta sola ahora tiene un compañero dentro de su casa.
A la mañana siguiente a los pies de su cama vuelve a oír de nuevo (Silia mira por la ventana).
Y ella se levanta con el pajarito en su hombro y mira de nuevo, y su esposo le vuelve a preguntar ¿Silia que ves?.

Y ella replica de nuevo (no veo nada), pero aun así se queda mirando y ve un perro cojeando y con mucho frío.

Silia abre la puerta de su casa y deja entrar al perro que atraído por el calor de la chimenea se echa a su lado.
Silia le cura la pata y le pone un vendaje, el perro agradecido se apoya en sus faldas, ahora con el y su pajarito ella esta acompañada.

Silia ya no esta sola, porque ahora ha visto que siempre puede ayudar, a pesar de que sus manos están viejas y cansadas.




















miércoles, 22 de julio de 2015

El manto de la oscuridad.

La noche llegaba y con ella los cuervos que parecían ser sus sirvientes, estaban por todas partes.
Las casas del  pueblo estaban viejas, y solo se percibía la luz que se dejaba ver a través de sus grietas.
En el campo los espantapájaros en la oscuridad parecían tomar vida,  solo los gatos y los perros salían por la noche.
Ya que la poca gente que había en aquel lugar tenia tanto (miedo a la noche) que solo salían de día.
Había una casa en ruinas en la que no vivía nadie, pero a la que tampoco nadie se acercaba ya que decían que estaba habitada, por espíritus pocos amables.
Pero Jose un hombre que estaba muy enfermo, y que había nacido en aquel lugar, había prometido que cuando llegase su hora iría a la casa para llevarse a todo aquel ser que habitara en ella.
Y así fue, cuando le llego la hora a Jose, en el cielo se vio una luz brillante que salia de aquella casa, y todos los vecinos dijeron que Jose se había llevado todo el mal que allí había .
Ya que desde aquel día no volvió a verse ningún cuervo y las noches eran estrelladas con una luna sonriente.
Nunca mas la gente de aquel lugar tuvo miedo a salir de noche, y todos recordaron a ese buen hombre por siempre.
Aunque hay quien cuenta que aquel buen hombre tuvo que quedarse en el lugar de los que antes estaban, quedándose atrapado en aquellas ruinas para siempre.
Claro que esto solo son historias.









martes, 21 de julio de 2015

Salí aprende a cocinar.

Salí era una jovencita a la cual le gustaba mucho dormir, se pasaba el día sin hacer nada.
Estaba siempre aburrida ya que no encontraba nada que la motivara a hacer algo, y  sus padres estaban desesperados.
Hasta que un día mientras que  Salí almorzaba vio en un programa de la tele algo que la dejo muy pensativa.
¿Que sería lo que había visto Salí?.
Pues lo que vio fue a una joven  de su misma edad, que se pasaba el día cocinando, ya que era su pasión desde pequeña, según contó en la tele.
Salí no entendía como a alguien tan joven le podía gustar cocinar,(uf) ella pensaba que eso era un tremendo aburrimiento.
Pero sucedió que al día siguiente su madre se puso mala y no había nada preparado para la hora del almuerzo.
Salí muy enfadada le dijo a su madre- ahora que vamos a almorzar (e) si tu no has preparado el almuerzo.
La madre sintiéndose culpable por no poder preparar nada para comer dijo a Salí: hija comete un bocadillo, no ves que no puedo hacer nada hoy.
A lo que Salí respondió: tu siempre igual haces lo que te da la gana.
Salí no aceptaba que su madre pudiera enfermar, de hay su mal carácter.
Al llegar la noche, sabiendo Salí que su padre y su hermano mayor llegarían de trabajar después de todo un largo día de trabajo, y querrían comer algo caliente. Ella tendría que hacer algo, ya que su madre se encontraba muy mal.
Así que Salí se fue muy decidida a la cocina, le pregunto a su madre que podía hacer para cenar, y su madre le dijo que hiciera una sopa y unos huevos fritos que sería muy fácil de hacer.
Cuando Salí se puso en la cocina a cocinar, pensó que si le hubiese ayudado a su madre todos los días en la cocina no se sentiría tan torpe, y sabría hacerlo bien.
La cena esa noche no salio tan buena como la que hacía su madre, pero Salí se dio cuenta de que a partir de ahora tendría que cambiar y ayudar mas en casa.
Pero sobre todo aprendió que no podía depender de los demás que ya era mayor y debía saber hacer las cosa por si misma.
                                     Fin
                                                     













lunes, 20 de julio de 2015

El hombre y la piedra.

Un día muy caluroso de verano, un hombre que iba camino de su casa (ese día decidió) coger un atajo por el campo para llegar antes.
Pero iba tan distraído, que no se dio cuenta de que tapado por una gran piedra había un pequeño lago lleno de peces de colores.
Cual fue su asombro que se quedo mirando todo muy sorprendido. No entendía como nunca había oído hablar de aquella hermosa y pequeña laguna.
Todo parecía mágico, cansado y distraído por tanta belleza, se apoyo en la piedra para descansar un rato.
Cuando de repente, oyó una voz que le decía: aun no has descansado lo suficiente, el hombre se puso de pie muy rápido y pregunto ¿ quien hay es ? pero nadie respondió.
Así que volvió a apoyarse de nuevo en la piedra, pero esta vez sintió que la piedra temblaba y del miedo se quedo quieto.
¿Pero que esta ocurriendo? se pregunto el hombre, creyendo que aquel lugar estaba embrujado, así que salio de allí corriendo.
Al llegar a su casa, le contó a su familia lo que le había pasado, pero todos creyeron que había bebido y no le hicieron caso.
Al día siguiente el hombre algo enfadado porque nadie le había creído, volvió a aquel lugar el cual le costo bastante encontrar.
Y nada mas llegar volvió a escuchar una voz que le dijo,( has vuelto) y yo que creía que no volverías mas.
¿Quien eres? pregunto el hombre, a lo que tuvo esta respuesta.
Soy yo, es que no me ves.
No, no te veo sal de tu escondite y hablemos cara a cara.
No puedo, hablar como tu quieres yo no tengo cara.
-A no, entonces sal seas como seas, dijo aquel hombre algo asustado.
Mírame, soy yo la piedra.
Que, es que quieres volverme loco, las piedras no hablan.
Así es, estas en lo cierto pero es que yo soy una piedra especial, que ademas de todo puedo conceder un deseo a todo aquel que tenga la suerte de hablar conmigo.
Así que dime, cual es tu deseo.
El hombre se quedo pensativo y le pregunto a la piedra. ¿Puedo preguntarte si siempre fuiste una piedra?.
No, hace siglos fui una mujer, que maldecida por no ser como mi familia quería que fuese, me hicieron una  piedra para siempre.
¿Has debido de pasarlo muy mal?, dijo el hombre.
Si no sabes cuanto, dijo la piedra, pero ahora solo importa tu deseo. ¿ Dime que es lo que quieres?
Soy un hombre pobre, y en casa andamos justos de dinero, y muchas veces hablamos de todo lo que haríamos si fuésemos ricos. Pero sabes que, que después de oír tu historia, me he dado cuenta de lo afortunado que soy al tener a mi lado alguien que me quiera.
Así que mi deseo es que( vuelvas a ser mujer), y que la vida te de una segunda oportunidad.
Y la piedra llorando a la vez que le daba las gracias, volvió a ser mujer.
Y el hombre, sintiendo que había hecho algo bueno volvió a su casa, muy contento.
Y pensó que se puede ser rico de muchas maneras y que solo hay una vida para vividla.
                                                                           Fin.


























jueves, 16 de julio de 2015

Lucia, ya no quiere estudiar mas.

Lucia era una niña de diez años a la que no le gustaba estudiar, es mas ( odiaba estudiar ) esas eran sus palabras exactas.
Su madre se pasaba el día, diciéndole que hiciera los deberes que tenia pendientes ya que era verano y no había acabado muy bien el curso.
Su maestra la Señorita Malena, le había puesto deberes para el verano y eso a ella no le hacia nada de gracia.

Así que diariamente su madre se enfadaba con ella porque Lucia no quería hacer los deberes.
Hasta que un día vio en un anuncio en la tele, como los niños de un país muy pobre, pedían que les ayudasen a comprar lapices y cuadernos para así poder aprender a escribir.
Esto a Lucia la hizo pensar (que ella era muy afortunada) ya que tenia todos los lapices que ella quería y cuadernos.
Así que como por arte de magia Lucia se puso a estudiar todos los días,  sin que su madre tuviese que decírselo.

Paso el verano y llego de nuevo el colegio, y Lucia en clase tenia a la señorita muy sorprendida ya que estaba estudiando como nunca.
Ya que ademas de prestar atención en clase, hacia todos los deberes.
Hasta que un día hubo un concurso en el colegio, se trataba de escribir una carta a un amigo.
El premio seria un lote de cajas de lapices y cuadernos, ademas de una enciclopedia de libros con animales y sus historias.

Lucia pensó (que tenia que ganar ese concurso fuera como fuera), para poder regalar los libros, lapices y cuadernos a los niños que lo necesitasen.
Así que esta fue su carta:

Querido amigo aunque no te conozco:  tengo que decirte que me siento muy  mal, por no apreciar lo que siempre he tenido, y a niños como tu les ha faltado.
Me avergüenzo de haber sido egoísta y no haber visto que en el mundo hay niños que no van a la escuela.
Y no es porque no les guste, sino porque no tienen medios para poder hacerlo.
Por eso desde ahora prometo que voy a estudiar sin desaprovechar ni un solo día, y si alguna vez me siento sin ganas de nada, pensare en ti y en todos los niños del mundo que no tienen la oportunidad de estudiar.
Solo espero ( que este mundo cambie alguna vez) y que todos tengamos las mismas oportunidades.
Te mando desde aquí un abrazo, deseándote que algún día la vida te de todo lo que te mereces.

Y con esta entrañable carta Lucia gano el concurso del colegio, la verdad es que todo el mundo incluida su señorita, (estaba muy sorprendida), ya que nunca había visto en ella ese espíritu , de soñar con querer cambiar el mundo.

Lucia con la ayuda de su madre dono los cuadernos libros y lápices, a niños cuyos padres no podían comprárselos ya que lo poco que tenían era para comer.
Y desde aquellos días hasta ahora Lucia nunca ha dejado de ayudar a los demás y de aprovechar todas las oportunidades que le da la vida.





















Caracol y el pantalón vaquero.

Un día muy lluvioso Caracol, salio a pasear como de costumbre. Cuando de repente vio algo que no sabia lo que era.

 Así que decidió acercarse con mucho cuidado para verlo mas cerca.
Cuando llego al sitio donde estaba aquella cosa rara, se quedo un rato mirándola sin saber para que servia.

Y de repente dándole un gran susto apareció por allí un saltamontes, que se paro justo en frente de el Caracol y le pregunto ¿que miras? acaso nunca has visto antes un pantalón vaquero, pues no dijo el Caracol.

¿Y para que sirve señor saltamontes?, pues lo usan las personas, se los suelen poner por las piernas.
Queeeee (dijo el Caracol muy confundido), aaaa respondió el saltamontes riéndose de el, es que tu no tienes piernas, solo sabes arrastrarte por todas partes.

Y diciendo esto se marcho, y allí se quedo el Caracol con el pantalón vaquero, y pensó: yo no podre ponérmelo pero puedo meterme en uno de sus bolsillos.
Al día siguiente  amaneció un día esplendido con un sol radiante, cuando de repente oyó alguien que pedía socorro .

El Caracol sin dudarlo ni un momento fue hacia el lugar donde pedían socorro,  aunque tardo un poco en llegar ya que su habilidad no era la de andar deprisa.
A llegar allí vio al saltamontes atrapado en una flor, come insectos.

Y Caracol le pregunto ¿como te has metido hay?, el saltamontes respondió rápidamente.: iba saltando no vi la planta y caí en ella.
A claro dijo Caracol, eso te pasa por saltar tan deprisa, si fueras a mi ritmo, verías todo lo que te rodea y no caerías en una trampa como es esa flor.

Perdóname por reírme de ti, (dijo el saltamontes  a Caracol), y ayudando al saltamontes con una hoja Caracol lo saco de allí.
Y con la lección aprendida y avergonzado (el saltamontes se fue), diciendo adiós a Caracol.
Y Caracol volvió  al bolsillo del pantalón baquero, donde estaba muy bien.




















sábado, 16 de mayo de 2015

El pollito que no quería crecer.

 Hubo una vez un pollito que no quería crecer, solo deseaba seguir siendo un pollito pequeño.

Todo esto paso, porque la primera vez que salió a pasear con su mama, conoció a un pollo muy simpático, del que se hizo muy amigo en solo unos días.

Pero un día de repente hubo un gran revuelo en la granja donde vivía, ya que todos los animales que allí se encontraban - decían que había sido el ultimo día del pollo que era su amigo-.

El pollito no entendía nada de aquello, así, que le pregunto a su mama ¿ que estaba pasando ? y ¿donde estaba su amigo el pollo?.

La mama del pollito no supo que decirle a su hijito,- ya que no quería que pensara- que cuando se hiciera mayor correría la misma suerte.

Así que le dijo, que ya no vería nunca mas a su amigo porque se había marchado, ¿ a donde , mama? , ¿ donde se ha marchado mi amigo?, lejos cariño pero puedes tener amigos nuevos.

No, te creo- dijo el pollito muy enfadado, el nunca se iría sin despedirse de mi.

Y se fue al gallinero llorando y muy enfadado, diciendo en voz alta - yo no quiero crecer nunca- porque aquí cuando los pollos crecen, se van y no vuelven mas. - Así que quiero seguir siendo un pollito toda mi vida.

 Su madre al oír esto se fue donde el estaba y le dijo con voz muy dulce: no todos los pollos cuando son grandes se marchan, solo que algunos no tienen tanta suerte, pero yo se que la tuya va ha ser diferente, te esperan grandes cosas en la vida, y en esta granja.

El pollito al oír esto, se dio cuenta de que si su madre que era mayor se lo decía por algo sería.
Así que pensó que crecer no tenia que ser  malo y  que también tenía mucha suerte de tener a su mama.

Ya que si su mama no hubiese crecido, no podría haber cuidado de el.









sábado, 9 de mayo de 2015

Lubi el pájaro que creía que era un perro.

 Hubo una vez un pájaro llamado Lubi que estaba harto de que todos los otros animales se rieran de el.
Pues a el no le gustaba vivir en un nido en lo alto de un árbol ni siquiera se consideraba un pájaro.
El decía que era un perro- pero muy pequeño -y que sus alas no le servían para nada ya que no sabia volar.
Claro que todo esto tiene una explicación, que aunque es difícil de creer cosas mas raras se han visto.
Cuando era pequeño el pájaro se cayo del nido en el que se encontraba, en un árbol que había en el patio de la casa donde vivía una perra muy vieja y muy  tranquila, que al ver al pobre pajarito en el suelo y solo -lo cogió con mucho cuidado y lo crió.
Así que el pájaro desde pequeño se había creído siempre- que aquella perra era su madre -y por eso no se consideraba un pájaro.
Pero claro todos los animales que sabían de esta historia se reía de el, pero a el no le importaba - el sabia lo que era y no lo que los demás  decían que era en realidad.
El preguntaba a- su madre la perra - ¿ mama, porque los otros animales son tan malos conmigo?, es porque te tienen envidia no les hagas caso cariño .
El se pasaba el día imitando ser un perro,- pero no podía ladrar- y eso lo ponía muy triste.
Pero paso- que un día la dueña de aquella casa- decidió salir a dar un paseo con su perra, sin darse cuenta que había unos ladrones escondidos esperando que la casa se quedara sola.
Pero con lo que los ladrones no contaban era que allí estaba un pájaro que creía ser un perro .
Y que al haber sido criado por una perra- sabia muy bien como defender la casa- a pesar de su tamaño.
Los ladrones entraron muy confiados ya que no vieron a nadie, pero el pequeño  Lubi se dio cuenta enseguida de que aquellos hombres eran malos y querían robar en la casa.
Ya que su madre le había contado muchas historias de ladrones y como se debía defender la casa cuando la ama no estaba.
Pues bien el que era muy valiente decidió hacer algo para ahuyentar a los ladrones.
Fue corriendo con sus pequeñas patitas a llamar al perro de la vecina, para pedirle ayuda , ya que su madre le había dicho siempre que si algo pasaba lo buscase.
El perro al saber de los ladrones fue enseguida a la casa y empezó a ladrar con tanta fuerza que los vecinos enseguida salieron a ver que pasaba y se dieron cuenta de que estaban robando en aquella casa, y llamaron a la policía.
Así que cuando vino su madre Lubi le contó lo que había pasado y que gracias a el cogieron a los ladrones a pesar de que todo le merito se lo había llevado el perro de la vecina.
Cosa que a Lubi no le importo ya que el sabia que a pesar de que todos decían que era un pájaro el se sentía un perro.
Y sabia que su madre se sentía orgullosa de el y eso era lo único que le importaba.
Claro que entre los animales esto se supo que el era el verdadero héroe, y desde aquel día siendo perro o pájaro todos dejaron de meterse con el.
Y  Lubi fue el mejor perro - pájaro que nadie había conocido antes.






















jueves, 7 de mayo de 2015

La pelota roja.

En el  escaparate de un vieja tienda de juguetes, había en una esquina- UNA PELOTA ROJA  -que parecía que estuviese  escondida con otros juguetes.

La tienda vendía muy poco ya que todos los juguetes que allí  habían estaban pasados de moda.
Ya los niños y niñas solo querían juegos para sus ordenadores o consolas.

No querían muñecas ni juegos de mesa, la juguetera estaba pensando en cerrar.
Pero una tarde María- una niña de siete años- paso por la juguetera y algo llamo su atención,- era la pelota roja- que apenas se veía entre los juguetes.

Pero a aquella niña le gusto su color -rojo fuerte y llamativo- y como iba acompañada de su madre le pidió - que entrara a la tienda- y se la comprara, ( vale) respondió su madre.
Pero tu  sabes cariño mio que yo te la compraría, pero no tenemos dinero para juguetes,- si mama- pero yo la quiero -replico la niña.

Cuando llegue a casa abriré mi hucha y vendremos a por ella, no ves que esta esperando que alguien se la lleve, de acuerdo María dijo la madre, -pero ya que estamos aquí vamos a entrar y preguntar cuanto cuesta la pelota.

Entraron a la tienda pensando que la pelota costaría cara, pero la dependienta de la tienda que a la vez era la dueña, al ver a la pequeña tan ilusionada con la pelota roja- que llevaba en su escaparate mucho tiempo-le pregunto: ¿ como te llamas pequeña? - María respondió ella.

Bueno María le dijo la dependienta, como veo que eres una buena niña y esta pelota lleva mucho tiempo en el escaparate sin venderse, creo que te la voy a regalar.
A la pequeña María se le ilumino la cara de alegría y le dijo -de veras, gracias- no sabe lo feliz que me hace.
Mama , mama dice que me la va a dar esto si que es suerte verdad mama, ( si cariño mio ) si que lo es.

La dependienta de la tienda le dio la pelota roja, con una sonrisa en los labios, ya que sabia que seguramente seria su ultima cliente, y al menos seria una niña feliz al tener un juguete de su tienda.

Su madre muy sorprendida por aquel gesto tan bonito que había tenido con  su hija,- muy feliz-, deseo a la dependienta que todo le fuese bien en la vida y dándole las gracias se marcharon de allí.
La pequeña María estaba tan feliz con su pelota roja,  que quiso enseñársela a todos sus amigos cuanto antes, y ponerse a jugar con ella.

Pero la sorpresa para todas las madres de sus amigos, fue que todos al ver la pelota- todos los niños y niñas querían jugar con ella. -Con la pelota roja que durante mucho tiempo nadie la quiso tener.

Y ahora María se había vuelto la envidia de todos sus amigos ya que todos querían tener-  LA PELOTA ROJA.



















miércoles, 6 de mayo de 2015

El perro que aprendió a llorar.

En un pequeño pueblo cerca del mar, vivía una mujer con su único hijo llamado  Alex de doce años de edad  y su perro Saku.

Todos los días Alex salia a pasear con su perro Saku y lo que mas les gustaba era pasear por la playa.
Saku se había criado desde pequeño con esta familia y nunca lo pasado mal, ya que el cariño nunca le falto era uno mas de la familia y dormía al lado de la cama de Alex.

Desde pequeño cuando lo alejaron de su madre lo que hacia era quejarse pero nunca llorar.
Se diría que para ser un perro tenia la suerte de estar con una familia muy buena y cariñosa.
Un día como otro cualquiera en los que Alex llegaba del colegio, y  Saku esperaba como siempre en la parada del autobús.( Alex no llego).

Saku sabia que algo pasaba, y fue corriendo hacia su casa para que su ama fuese a buscar a Alex.
Pero al llegar allí no había nadie,y Saku empezó a impacientarse,se paso la tarde de la parada del autobús a su casa.

Y llego la noche y vio que su ama estaba por fin en la casa, lo recibió muy preocupada y con mala cara, se fue para Saku y lo acaricio.
Le dijo: que no se preocupase que Alex estaba en el hospital, porque jugando al fútbol se había caído y lastimado la cabeza y tenia que pasar allí la noche, pero que mañana vendría.

Pero Saku estaba intranquilo necesitaba allí a Alex no podía estar sin el, se paso toda la noche dando vueltas en su habitación esperando que la puerta se abriera en cualquier momento.
Solo se le oía quejarse todo el tiempo,pero lo cierto es que Alex tardo en venir varios días, en los que Saku no había salido de la habitación y apenas había comido.

Pero de repente una tarde Saku,escucho llegar a su casa un coche y tras abrirse la puerta entro Alex a su habitación.
Saku sin poder contener su alegría al ver a Alex se le hecho encima y empezó a llorar por primera vez en su vida, lo había pasado tan mal que sus lagrimas salieron solas.

Alex le dijo Saku estas llorando por mi, no te preocupes yo estoy bien, ya no nos separaremos nunca
( hay mi pobre Saku) lo que habrás tenido que sufrir si saber si yo volvería, ( te quiero Saku).

Y Saku mirándolo fijamente y con su pata puesta en la pierna de Alex le dio a entender lo mismo.
Los perros y las personas crean un lazo que es difícil de romper, ya que ellos siempre están ahí para nosotros.





















lunes, 4 de mayo de 2015

La paloma que tenia miedo a volar.

Había una vez una paloma, que hizo el nido en una maceta que estaba en el balcón de una casa, donde vivía un hombre ya mayor.

La paloma tenia su nido muy cuidado, ya que en el había dos huevos.
Aquel hombre se había dado cuenta y por eso no regaba ya aquella maceta a pesar de que se estaba secando.

El hombre como vivía solo se pasaba el día pendiente de la paloma, ya que sin darse cuenta se había acostumbrado a ella.
Mientras el se pasaba gran parte de su tiempo sentado en su viejo sofá, la paloma iba y venia  para que los huevos no se enfriasen .

Todos los días el bueno de aquel hombre le dejaba trigo en el suelo junto a su nido y la paloma se lo comía.
Ya que aquella paloma había perdido su pareja y estaba sola con sus dos huevos.

Pasaron casi veinte días y uno de los huevos empezó a romperse, y paso justo en el momento que su madre no estaba allí.
El pequeño con gran dificultad rompía su cascaron, y justo cuando estaba casi a fuera , vino su madre.
La paloma estaba muy contenta ya que al fin una de sus crías había nacido, solo esperaba que la otra también lo hiciera pronto.

Pero paso una semana y el otro huevo no se había roto, la paloma estaba muy preocupada, pensando que quizás no hubiese tenido la misma suerte que su hermano.
Pero el hombre observando todo lo que pasaba, decidió intervenir- cuando la paloma dejo el nido por un rato- el cogió el huevo y con mucho cuidado lo abrió un poquito, y allí estaba la pequeña palomita, intentando moverse- muy débil.

Le quito un poco la cascara y lo dejo en el nido, la paloma al llegar vio como estaba su hijo, y se dio cuenta de que necesitaba ayuda.
Así que decidió abrir el huevo con su pico para ayudar a salir a su hijo- eso si - con mucho cuidado.
Paso toda la noche pendiente del huevo y por la mañana su hijo ya estaba fuera del huevo.

Pero su hermano estaba muy espabilado y no se quedaba quieto ni un momento, así que tardo un poco mas en recuperarse, pero al final se recupero.
Había pasado un mes y los polluelos estaban preparados para volar, ya estaban cubiertos de plumas y el mas pequeño era todo blanco, mientras el mayor era de color gris.

Su madre les dijo vamos hay que volar, todo esto siendo observado por el hombre que vivía en aquella casa.
Y la paloma mayor salio volando, desplegando sus plumas y meneando sus alas con el viento, pero en cambio el pequeño no quería tenia miedo.
Su madre (le dijo) que si no echaba a volar se quedaría solo, pero el dijo. que no le importaba, que se quedaría allí que ya volaría otro día.

A lo que su madre le dijo: yo tengo que marcharme tu ya eres mayor yo no puedo cuidarte siempre,y diciéndole esto se marcho.
Ella lo hizo por su bien para que volase como todas las palomas,y pensó que si ella se quedaba con el jamas tendría el valor que le hacia falta.

Y allí se quedo solo, estuvo un día entero sin comer, cuando de repente aquel hombre lo cogió y lo puso en el suelo donde le había puesto trigo para que comiera.
El hombre le dijo: pequeño no sabrás volar, pero si andar, así que puedes quedarte conmigo todo el tiempo que quieras, hasta que decidas marcharte y volar.

Aquellas palabras fueron un sueño para la paloma, porque se quedo junto aquel hombre que la cuido durante mucho tiempo.
Hasta que un día harto de ver volar a otras palomas decidió marcharse y volar, así que alzo sus alas y voló, fue una sensación tan buena para la paloma que voló y voló.

Para despedirse de aquel buen hombre que la había cuidado tanto (cogió una hermosa flor) de un campo cercano  y se la dejo en el balcón.
El hombre al ver aquello entendió que la paloma tenia que marcharse, aunque sabia que algún día volvería de nuevo,y el la estaría esperando.
         
                                                   Fin









































sábado, 25 de abril de 2015

El gato dormilon- La gatita Susi.

A el gato dormilón, llamado Tomas no le gustaba mucho moverse de su casa, solo era feliz acostado todo el día en su camita.

Pero paso que un día vino a su barrio una gatita muy bonita, y el gato Tomas al verla, se enamoro locamente de ella.

Su pelo era todo blanco y se veía tan suave y hermosa que todos los gatos de aquel lugar se volvieron locos por ella.
 La gatita se llamaba Susi y desprendía un olor que volvía locos hasta los perros, si, si, no exagero era muy linda.

Bueno pues paso que el gato Tomas, se lavo mas de lo de costumbre y se puso muy guapo, su trabajo le costo pero quedo muy bien, tan guapo quedo que su ama al verlo se quedo muy sorprendida, le costaba hasta reconocerlo ya que siempre estaba tumbado sin hacer nada.

El gato Tomas salio a la calle a buscar a la linda gatita, pero solo pudo verla a través de la ventana de la casa en la que vivía aquella gatita,- tan linda- que había robado el corazón de Tomas.

Así que espero a la noche, a que todos estuviesen durmiendo y fue a buscarla, se colo por la tapia de la parte de detrás de la casa y la vio, allí estaba ella sentada en el patio de su casa peinándose y poniéndose guapa.

Al gato Tomas por poco le da algo al verla- se había enamorado muchísimo de ella.

Pero los demás gatos del barrio también la buscaban así que tuvo que ingeniar un plan.

Finguio caerse de lo alto de la tapia y estar herido- ella al verlo salio corriendo en su ayuda. ¿ Que te ha pasado gatito?- dijo ella muy preocupada, -no se me he resbalado- y me duele mucho un pata, - pues ven conmigo y descansa un rato a mi lado, -vale - dijo el gato Tomas.

Mientras los otros gatos, miraban desde lo alto de los tejados un poco enfadados con el gato Tomas.

Pero así fue el gato Tomas se había salido con la suya y estuvo varios días con la gatita Susi, se hicieron novios después de muchos días y los gatos del barrio tuvieron que aguantarse porque el gato Tomas había sabido conquistar a aquella hermosa gatita.

 Y  Tomas y Susi fueron felices y se quisieron mucho. A y tuvieron muchos gatitos.












miércoles, 18 de marzo de 2015

El Gato Dormilón - Un día de lluvia.

Un día lluvioso de invierno, el gato Tomas estaba echado al lado de la chimenea. Y como su ama lo tenia muy mimado, se creía el señor de la casa.

Pero ese mismo día,  sucedió que un familiar de su ama se puso enfermo y tenia que ir a cuidarlo esa noche, así que dejo al gato al cuidado de la casa, cosa que no serviría de mucho ya que al gato casi siempre estaba durmiendo.

La noche se puso peor que el día,  hacia mucho viento y los ruidos en la casa hacían hasta temblar al gato Tomas, que se había pasado el día durmiendo y ahora no tenía sueño.

Pero como era muy listo a pesar de todo lo que dormía, le dio al mando de la televisión que estaba allí mismo y así sentía que no estaba solo.

Luego empujo una silla y se subió encima, le dio al interruptor de la luz, y la habitación se ilumino.
 Unos ladrones que intentaban robar en aquella casa, salieron corriendo al ver la luz encendida, ya que creyeron que en la casa había gente.

A la mañana siguiente su ama volvió, pero antes de abrir la puerta tuvo un poco de miedo, al pensar que podrían haberle robado esa noche.

Pero su sorpresa fue que todo estaba como lo dejo, menos por unos pequeños detalles que la luz del salón estaba encendida al igual que la televisión.

El gato dormía plácidamente al lado de la chimenea, aunque el ama al verla apagada y con el frió que hacia se apresuro a encenderla.

Bueno al menos, gracias a lo que hizo el gato Tomas, su ama se libro de que le robaran la casa esa noche.
 Y así fue como el gato Tomas siguió durmiendo plácidamente, al saber que su ama había regresado a su casa..










viernes, 2 de enero de 2015

EL Halcon Y La Paloma

Existió una vez un halcón dueño de todo lo que rodeaba su vista, pero un día en su territorio apareció de la nada una paloma, blanca y muy hermosa tanto que el halcón al verla quedo prendado de ella y no quiso cazarla sino ser su amigo.
La paloma extraviada de su ruta y con un ala lastimada, no pudo seguir volando y se echo en un viejo árbol que apenas daba sombra, 
El halcón se echo a su lado y le pregunto: que de donde venia,ella un poco asustada, le dijo que de muy lejos y que tuvo un mal aterrizaje y se había lastimado el ala y encima estaba perdida.el halcón le dijo: que podía quedarse allí hasta que se recuperara, que el la cuidaría y ella confió en el.
Pasaron los días y cada vez eran mas amigos, el le llevaba comida para que ella estuviera fuerte, aunque había veces que el olor y movimiento de la paloma lo hacia enloquecer, por sus ganas de cazarla, pero era tan grande su amor que cuando no aguantaba mas se marchaba lejos a cazar hasta que se le pasaba y después volvía junto a ella.
La paloma viéndose atendida por el halcón y estando tan bien junto a el, sin darse cuenta también se había enamorado de el.
Llego el día en que la paloma ya se había curado el ala y tenia que seguir su camino, pero el halcón le pidió que no se marchara, que el la quería y que fuese su esposa, pero ella contesto: no podemos casarnos míranos, que dirán los demás animales, nadie creerá que soy tu esposa, todos creerán que soy tu presa.Y cuando tu no puedas aguantar las ganas de cazarme que sera de mi, y de ti porque se que luego te odiaras por haberme atacado, esto no puede funcionar tengo que irme adiós amor mio siempre te llevare en mi corazón. 
Y el halcón se quedo solo y con el corazón destrozado y la paloma se marcho.