martes, 30 de octubre de 2018

Marta y Lucia el gatito negro.

Marta y Lucia se preparan para el día especial de Halloween, y como todos los años su abuelita  Lola viene a visitarlas.

Su mama les pregunta -de que les gustaría disfrazarse este año y Marta muy ilusionada le dice: que de fantasma, pero que no uno cualquiera, sino del fantasma blanco que da tanto miedo.

Su madre con una sonrisa, le responde-claro cariño de lo que tu quieras.
¡Y tu Lucia de que te quieres disfrazar? - no se mama, lo tengo que pensar.

Mientras tanto Marta asomada a la ventana, con la nariz pegada al cristal, ve en el jardín algo moverse entre los arbustos.
Y sin dejar de mirar, grita muy fuerte -mama mama, en el jardín hay algo extraño.

¿Qué es Marta, que es lo que ves? no se mama pero creo que es un gatito.
¿Un gato, no se que hará hay fuera hace mucho frio - dijo su madre con voz preocupada.
-No salgáis de casa niñas, voy a ver que es.

Pero Marta sin hacer caso a su madre, salió también fuera.
Su mama al verla le dijo: Marta no te dije que no salieras, anda ven coge el gatito y llévalo dentro de casa, que vamos a darle algo de comer.

Lucia al ver el gato grito muy fuerte- no mama que no entre en casa, que es negro y en el colegio las niñas dicen: que en Halloween las brujas salen a pasear, disfrazadas de gatos negros.

Su madre sin poder evitarlo se echo a reír, a la vez que le decía, Lucia no es ninguna bruja es solo un gatito, además es muy guapo no crees.

Claro que si, dijo Marta muy contenta, ¿ahora podemos dejar que se quede en casa mama?
Y su madre le respondió: bueno si a Lucia le parece bien, si.
Pero Lucia enfadada y sin decir palabra se fue a su habitación.

Marta abrazando al gatito, se sentó con el y empezó a acariciarle.
Así pasaron los días, y llego la noche de Halloween, las niñas dejaron el gatito en su casa y se fueron a pedir caramelos a otras casas, pero cuando llego la hora de volver a su casa, una sombra terrorífica a lo lejos las estaba siguiendo.

Marta le dijo a Lucia, tengo mucho miedo, y Lucia le respondió y yo, creo que es una bruja la que nos sigue, anda deprisa que cuando lleguemos a casa estaremos a salvo.

Las dos niñas mas que andar deprisa corrían, y cuando creían que estaban acorraladas por aquella espantosa bruja, cerca de su casa, vieron como el gatito negro salto a la cara de la bruja haciendo que se fuese.

Así que gracias al gatito negro, las niñas llegaron a su casa, a salvo y felices de tener a su nuevo amigo el gatito negro.

Al que por cierto Lucia lo quiso también mucho y le pusieron de nombre: Valiente
A y antes de que se me olvide, Lucia se disfrazo de pirata, lo que a su mama le gusto mucho.