miércoles, 22 de julio de 2015

El manto de la oscuridad.

La noche llegaba y con ella los cuervos que parecían ser sus sirvientes, estaban por todas partes.
Las casas del  pueblo estaban viejas, y solo se percibía la luz que se dejaba ver a través de sus grietas.
En el campo los espantapájaros en la oscuridad parecían tomar vida,  solo los gatos y los perros salían por la noche.
Ya que la poca gente que había en aquel lugar tenia tanto (miedo a la noche) que solo salían de día.
Había una casa en ruinas en la que no vivía nadie, pero a la que tampoco nadie se acercaba ya que decían que estaba habitada, por espíritus pocos amables.
Pero Jose un hombre que estaba muy enfermo, y que había nacido en aquel lugar, había prometido que cuando llegase su hora iría a la casa para llevarse a todo aquel ser que habitara en ella.
Y así fue, cuando le llego la hora a Jose, en el cielo se vio una luz brillante que salia de aquella casa, y todos los vecinos dijeron que Jose se había llevado todo el mal que allí había .
Ya que desde aquel día no volvió a verse ningún cuervo y las noches eran estrelladas con una luna sonriente.
Nunca mas la gente de aquel lugar tuvo miedo a salir de noche, y todos recordaron a ese buen hombre por siempre.
Aunque hay quien cuenta que aquel buen hombre tuvo que quedarse en el lugar de los que antes estaban, quedándose atrapado en aquellas ruinas para siempre.
Claro que esto solo son historias.









martes, 21 de julio de 2015

Salí aprende a cocinar.

Salí era una jovencita a la cual le gustaba mucho dormir, se pasaba el día sin hacer nada.
Estaba siempre aburrida ya que no encontraba nada que la motivara a hacer algo, y  sus padres estaban desesperados.
Hasta que un día mientras que  Salí almorzaba vio en un programa de la tele algo que la dejo muy pensativa.
¿Que sería lo que había visto Salí?.
Pues lo que vio fue a una joven  de su misma edad, que se pasaba el día cocinando, ya que era su pasión desde pequeña, según contó en la tele.
Salí no entendía como a alguien tan joven le podía gustar cocinar,(uf) ella pensaba que eso era un tremendo aburrimiento.
Pero sucedió que al día siguiente su madre se puso mala y no había nada preparado para la hora del almuerzo.
Salí muy enfadada le dijo a su madre- ahora que vamos a almorzar (e) si tu no has preparado el almuerzo.
La madre sintiéndose culpable por no poder preparar nada para comer dijo a Salí: hija comete un bocadillo, no ves que no puedo hacer nada hoy.
A lo que Salí respondió: tu siempre igual haces lo que te da la gana.
Salí no aceptaba que su madre pudiera enfermar, de hay su mal carácter.
Al llegar la noche, sabiendo Salí que su padre y su hermano mayor llegarían de trabajar después de todo un largo día de trabajo, y querrían comer algo caliente. Ella tendría que hacer algo, ya que su madre se encontraba muy mal.
Así que Salí se fue muy decidida a la cocina, le pregunto a su madre que podía hacer para cenar, y su madre le dijo que hiciera una sopa y unos huevos fritos que sería muy fácil de hacer.
Cuando Salí se puso en la cocina a cocinar, pensó que si le hubiese ayudado a su madre todos los días en la cocina no se sentiría tan torpe, y sabría hacerlo bien.
La cena esa noche no salio tan buena como la que hacía su madre, pero Salí se dio cuenta de que a partir de ahora tendría que cambiar y ayudar mas en casa.
Pero sobre todo aprendió que no podía depender de los demás que ya era mayor y debía saber hacer las cosa por si misma.
                                     Fin
                                                     













lunes, 20 de julio de 2015

El hombre y la piedra.

Un día muy caluroso de verano, un hombre que iba camino de su casa (ese día decidió) coger un atajo por el campo para llegar antes.
Pero iba tan distraído, que no se dio cuenta de que tapado por una gran piedra había un pequeño lago lleno de peces de colores.
Cual fue su asombro que se quedo mirando todo muy sorprendido. No entendía como nunca había oído hablar de aquella hermosa y pequeña laguna.
Todo parecía mágico, cansado y distraído por tanta belleza, se apoyo en la piedra para descansar un rato.
Cuando de repente, oyó una voz que le decía: aun no has descansado lo suficiente, el hombre se puso de pie muy rápido y pregunto ¿ quien hay es ? pero nadie respondió.
Así que volvió a apoyarse de nuevo en la piedra, pero esta vez sintió que la piedra temblaba y del miedo se quedo quieto.
¿Pero que esta ocurriendo? se pregunto el hombre, creyendo que aquel lugar estaba embrujado, así que salio de allí corriendo.
Al llegar a su casa, le contó a su familia lo que le había pasado, pero todos creyeron que había bebido y no le hicieron caso.
Al día siguiente el hombre algo enfadado porque nadie le había creído, volvió a aquel lugar el cual le costo bastante encontrar.
Y nada mas llegar volvió a escuchar una voz que le dijo,( has vuelto) y yo que creía que no volverías mas.
¿Quien eres? pregunto el hombre, a lo que tuvo esta respuesta.
Soy yo, es que no me ves.
No, no te veo sal de tu escondite y hablemos cara a cara.
No puedo, hablar como tu quieres yo no tengo cara.
-A no, entonces sal seas como seas, dijo aquel hombre algo asustado.
Mírame, soy yo la piedra.
Que, es que quieres volverme loco, las piedras no hablan.
Así es, estas en lo cierto pero es que yo soy una piedra especial, que ademas de todo puedo conceder un deseo a todo aquel que tenga la suerte de hablar conmigo.
Así que dime, cual es tu deseo.
El hombre se quedo pensativo y le pregunto a la piedra. ¿Puedo preguntarte si siempre fuiste una piedra?.
No, hace siglos fui una mujer, que maldecida por no ser como mi familia quería que fuese, me hicieron una  piedra para siempre.
¿Has debido de pasarlo muy mal?, dijo el hombre.
Si no sabes cuanto, dijo la piedra, pero ahora solo importa tu deseo. ¿ Dime que es lo que quieres?
Soy un hombre pobre, y en casa andamos justos de dinero, y muchas veces hablamos de todo lo que haríamos si fuésemos ricos. Pero sabes que, que después de oír tu historia, me he dado cuenta de lo afortunado que soy al tener a mi lado alguien que me quiera.
Así que mi deseo es que( vuelvas a ser mujer), y que la vida te de una segunda oportunidad.
Y la piedra llorando a la vez que le daba las gracias, volvió a ser mujer.
Y el hombre, sintiendo que había hecho algo bueno volvió a su casa, muy contento.
Y pensó que se puede ser rico de muchas maneras y que solo hay una vida para vividla.
                                                                           Fin.


























jueves, 16 de julio de 2015

Lucia, ya no quiere estudiar mas.

Lucia era una niña de diez años a la que no le gustaba estudiar, es mas ( odiaba estudiar ) esas eran sus palabras exactas.
Su madre se pasaba el día, diciéndole que hiciera los deberes que tenia pendientes ya que era verano y no había acabado muy bien el curso.
Su maestra la Señorita Malena, le había puesto deberes para el verano y eso a ella no le hacia nada de gracia.

Así que diariamente su madre se enfadaba con ella porque Lucia no quería hacer los deberes.
Hasta que un día vio en un anuncio en la tele, como los niños de un país muy pobre, pedían que les ayudasen a comprar lapices y cuadernos para así poder aprender a escribir.
Esto a Lucia la hizo pensar (que ella era muy afortunada) ya que tenia todos los lapices que ella quería y cuadernos.
Así que como por arte de magia Lucia se puso a estudiar todos los días,  sin que su madre tuviese que decírselo.

Paso el verano y llego de nuevo el colegio, y Lucia en clase tenia a la señorita muy sorprendida ya que estaba estudiando como nunca.
Ya que ademas de prestar atención en clase, hacia todos los deberes.
Hasta que un día hubo un concurso en el colegio, se trataba de escribir una carta a un amigo.
El premio seria un lote de cajas de lapices y cuadernos, ademas de una enciclopedia de libros con animales y sus historias.

Lucia pensó (que tenia que ganar ese concurso fuera como fuera), para poder regalar los libros, lapices y cuadernos a los niños que lo necesitasen.
Así que esta fue su carta:

Querido amigo aunque no te conozco:  tengo que decirte que me siento muy  mal, por no apreciar lo que siempre he tenido, y a niños como tu les ha faltado.
Me avergüenzo de haber sido egoísta y no haber visto que en el mundo hay niños que no van a la escuela.
Y no es porque no les guste, sino porque no tienen medios para poder hacerlo.
Por eso desde ahora prometo que voy a estudiar sin desaprovechar ni un solo día, y si alguna vez me siento sin ganas de nada, pensare en ti y en todos los niños del mundo que no tienen la oportunidad de estudiar.
Solo espero ( que este mundo cambie alguna vez) y que todos tengamos las mismas oportunidades.
Te mando desde aquí un abrazo, deseándote que algún día la vida te de todo lo que te mereces.

Y con esta entrañable carta Lucia gano el concurso del colegio, la verdad es que todo el mundo incluida su señorita, (estaba muy sorprendida), ya que nunca había visto en ella ese espíritu , de soñar con querer cambiar el mundo.

Lucia con la ayuda de su madre dono los cuadernos libros y lápices, a niños cuyos padres no podían comprárselos ya que lo poco que tenían era para comer.
Y desde aquellos días hasta ahora Lucia nunca ha dejado de ayudar a los demás y de aprovechar todas las oportunidades que le da la vida.





















Caracol y el pantalón vaquero.

Un día muy lluvioso Caracol, salio a pasear como de costumbre. Cuando de repente vio algo que no sabia lo que era.

 Así que decidió acercarse con mucho cuidado para verlo mas cerca.
Cuando llego al sitio donde estaba aquella cosa rara, se quedo un rato mirándola sin saber para que servia.

Y de repente dándole un gran susto apareció por allí un saltamontes, que se paro justo en frente de el Caracol y le pregunto ¿que miras? acaso nunca has visto antes un pantalón vaquero, pues no dijo el Caracol.

¿Y para que sirve señor saltamontes?, pues lo usan las personas, se los suelen poner por las piernas.
Queeeee (dijo el Caracol muy confundido), aaaa respondió el saltamontes riéndose de el, es que tu no tienes piernas, solo sabes arrastrarte por todas partes.

Y diciendo esto se marcho, y allí se quedo el Caracol con el pantalón vaquero, y pensó: yo no podre ponérmelo pero puedo meterme en uno de sus bolsillos.
Al día siguiente  amaneció un día esplendido con un sol radiante, cuando de repente oyó alguien que pedía socorro .

El Caracol sin dudarlo ni un momento fue hacia el lugar donde pedían socorro,  aunque tardo un poco en llegar ya que su habilidad no era la de andar deprisa.
A llegar allí vio al saltamontes atrapado en una flor, come insectos.

Y Caracol le pregunto ¿como te has metido hay?, el saltamontes respondió rápidamente.: iba saltando no vi la planta y caí en ella.
A claro dijo Caracol, eso te pasa por saltar tan deprisa, si fueras a mi ritmo, verías todo lo que te rodea y no caerías en una trampa como es esa flor.

Perdóname por reírme de ti, (dijo el saltamontes  a Caracol), y ayudando al saltamontes con una hoja Caracol lo saco de allí.
Y con la lección aprendida y avergonzado (el saltamontes se fue), diciendo adiós a Caracol.
Y Caracol volvió  al bolsillo del pantalón baquero, donde estaba muy bien.