sábado, 16 de mayo de 2015

El pollito que no quería crecer.

 Hubo una vez un pollito que no quería crecer, solo deseaba seguir siendo un pollito pequeño.

Todo esto paso, porque la primera vez que salió a pasear con su mama, conoció a un pollo muy simpático, del que se hizo muy amigo en solo unos días.

Pero un día de repente hubo un gran revuelo en la granja donde vivía, ya que todos los animales que allí se encontraban - decían que había sido el ultimo día del pollo que era su amigo-.

El pollito no entendía nada de aquello, así, que le pregunto a su mama ¿ que estaba pasando ? y ¿donde estaba su amigo el pollo?.

La mama del pollito no supo que decirle a su hijito,- ya que no quería que pensara- que cuando se hiciera mayor correría la misma suerte.

Así que le dijo, que ya no vería nunca mas a su amigo porque se había marchado, ¿ a donde , mama? , ¿ donde se ha marchado mi amigo?, lejos cariño pero puedes tener amigos nuevos.

No, te creo- dijo el pollito muy enfadado, el nunca se iría sin despedirse de mi.

Y se fue al gallinero llorando y muy enfadado, diciendo en voz alta - yo no quiero crecer nunca- porque aquí cuando los pollos crecen, se van y no vuelven mas. - Así que quiero seguir siendo un pollito toda mi vida.

 Su madre al oír esto se fue donde el estaba y le dijo con voz muy dulce: no todos los pollos cuando son grandes se marchan, solo que algunos no tienen tanta suerte, pero yo se que la tuya va ha ser diferente, te esperan grandes cosas en la vida, y en esta granja.

El pollito al oír esto, se dio cuenta de que si su madre que era mayor se lo decía por algo sería.
Así que pensó que crecer no tenia que ser  malo y  que también tenía mucha suerte de tener a su mama.

Ya que si su mama no hubiese crecido, no podría haber cuidado de el.









sábado, 9 de mayo de 2015

Lubi el pájaro que creía que era un perro.

 Hubo una vez un pájaro llamado Lubi que estaba harto de que todos los otros animales se rieran de el.
Pues a el no le gustaba vivir en un nido en lo alto de un árbol ni siquiera se consideraba un pájaro.
El decía que era un perro- pero muy pequeño -y que sus alas no le servían para nada ya que no sabia volar.
Claro que todo esto tiene una explicación, que aunque es difícil de creer cosas mas raras se han visto.
Cuando era pequeño el pájaro se cayo del nido en el que se encontraba, en un árbol que había en el patio de la casa donde vivía una perra muy vieja y muy  tranquila, que al ver al pobre pajarito en el suelo y solo -lo cogió con mucho cuidado y lo crió.
Así que el pájaro desde pequeño se había creído siempre- que aquella perra era su madre -y por eso no se consideraba un pájaro.
Pero claro todos los animales que sabían de esta historia se reía de el, pero a el no le importaba - el sabia lo que era y no lo que los demás  decían que era en realidad.
El preguntaba a- su madre la perra - ¿ mama, porque los otros animales son tan malos conmigo?, es porque te tienen envidia no les hagas caso cariño .
El se pasaba el día imitando ser un perro,- pero no podía ladrar- y eso lo ponía muy triste.
Pero paso- que un día la dueña de aquella casa- decidió salir a dar un paseo con su perra, sin darse cuenta que había unos ladrones escondidos esperando que la casa se quedara sola.
Pero con lo que los ladrones no contaban era que allí estaba un pájaro que creía ser un perro .
Y que al haber sido criado por una perra- sabia muy bien como defender la casa- a pesar de su tamaño.
Los ladrones entraron muy confiados ya que no vieron a nadie, pero el pequeño  Lubi se dio cuenta enseguida de que aquellos hombres eran malos y querían robar en la casa.
Ya que su madre le había contado muchas historias de ladrones y como se debía defender la casa cuando la ama no estaba.
Pues bien el que era muy valiente decidió hacer algo para ahuyentar a los ladrones.
Fue corriendo con sus pequeñas patitas a llamar al perro de la vecina, para pedirle ayuda , ya que su madre le había dicho siempre que si algo pasaba lo buscase.
El perro al saber de los ladrones fue enseguida a la casa y empezó a ladrar con tanta fuerza que los vecinos enseguida salieron a ver que pasaba y se dieron cuenta de que estaban robando en aquella casa, y llamaron a la policía.
Así que cuando vino su madre Lubi le contó lo que había pasado y que gracias a el cogieron a los ladrones a pesar de que todo le merito se lo había llevado el perro de la vecina.
Cosa que a Lubi no le importo ya que el sabia que a pesar de que todos decían que era un pájaro el se sentía un perro.
Y sabia que su madre se sentía orgullosa de el y eso era lo único que le importaba.
Claro que entre los animales esto se supo que el era el verdadero héroe, y desde aquel día siendo perro o pájaro todos dejaron de meterse con el.
Y  Lubi fue el mejor perro - pájaro que nadie había conocido antes.






















jueves, 7 de mayo de 2015

La pelota roja.

En el  escaparate de un vieja tienda de juguetes, había en una esquina- UNA PELOTA ROJA  -que parecía que estuviese  escondida con otros juguetes.

La tienda vendía muy poco ya que todos los juguetes que allí  habían estaban pasados de moda.
Ya los niños y niñas solo querían juegos para sus ordenadores o consolas.

No querían muñecas ni juegos de mesa, la juguetera estaba pensando en cerrar.
Pero una tarde María- una niña de siete años- paso por la juguetera y algo llamo su atención,- era la pelota roja- que apenas se veía entre los juguetes.

Pero a aquella niña le gusto su color -rojo fuerte y llamativo- y como iba acompañada de su madre le pidió - que entrara a la tienda- y se la comprara, ( vale) respondió su madre.
Pero tu  sabes cariño mio que yo te la compraría, pero no tenemos dinero para juguetes,- si mama- pero yo la quiero -replico la niña.

Cuando llegue a casa abriré mi hucha y vendremos a por ella, no ves que esta esperando que alguien se la lleve, de acuerdo María dijo la madre, -pero ya que estamos aquí vamos a entrar y preguntar cuanto cuesta la pelota.

Entraron a la tienda pensando que la pelota costaría cara, pero la dependienta de la tienda que a la vez era la dueña, al ver a la pequeña tan ilusionada con la pelota roja- que llevaba en su escaparate mucho tiempo-le pregunto: ¿ como te llamas pequeña? - María respondió ella.

Bueno María le dijo la dependienta, como veo que eres una buena niña y esta pelota lleva mucho tiempo en el escaparate sin venderse, creo que te la voy a regalar.
A la pequeña María se le ilumino la cara de alegría y le dijo -de veras, gracias- no sabe lo feliz que me hace.
Mama , mama dice que me la va a dar esto si que es suerte verdad mama, ( si cariño mio ) si que lo es.

La dependienta de la tienda le dio la pelota roja, con una sonrisa en los labios, ya que sabia que seguramente seria su ultima cliente, y al menos seria una niña feliz al tener un juguete de su tienda.

Su madre muy sorprendida por aquel gesto tan bonito que había tenido con  su hija,- muy feliz-, deseo a la dependienta que todo le fuese bien en la vida y dándole las gracias se marcharon de allí.
La pequeña María estaba tan feliz con su pelota roja,  que quiso enseñársela a todos sus amigos cuanto antes, y ponerse a jugar con ella.

Pero la sorpresa para todas las madres de sus amigos, fue que todos al ver la pelota- todos los niños y niñas querían jugar con ella. -Con la pelota roja que durante mucho tiempo nadie la quiso tener.

Y ahora María se había vuelto la envidia de todos sus amigos ya que todos querían tener-  LA PELOTA ROJA.



















miércoles, 6 de mayo de 2015

El perro que aprendió a llorar.

En un pequeño pueblo cerca del mar, vivía una mujer con su único hijo llamado  Alex de doce años de edad  y su perro Saku.

Todos los días Alex salia a pasear con su perro Saku y lo que mas les gustaba era pasear por la playa.
Saku se había criado desde pequeño con esta familia y nunca lo pasado mal, ya que el cariño nunca le falto era uno mas de la familia y dormía al lado de la cama de Alex.

Desde pequeño cuando lo alejaron de su madre lo que hacia era quejarse pero nunca llorar.
Se diría que para ser un perro tenia la suerte de estar con una familia muy buena y cariñosa.
Un día como otro cualquiera en los que Alex llegaba del colegio, y  Saku esperaba como siempre en la parada del autobús.( Alex no llego).

Saku sabia que algo pasaba, y fue corriendo hacia su casa para que su ama fuese a buscar a Alex.
Pero al llegar allí no había nadie,y Saku empezó a impacientarse,se paso la tarde de la parada del autobús a su casa.

Y llego la noche y vio que su ama estaba por fin en la casa, lo recibió muy preocupada y con mala cara, se fue para Saku y lo acaricio.
Le dijo: que no se preocupase que Alex estaba en el hospital, porque jugando al fútbol se había caído y lastimado la cabeza y tenia que pasar allí la noche, pero que mañana vendría.

Pero Saku estaba intranquilo necesitaba allí a Alex no podía estar sin el, se paso toda la noche dando vueltas en su habitación esperando que la puerta se abriera en cualquier momento.
Solo se le oía quejarse todo el tiempo,pero lo cierto es que Alex tardo en venir varios días, en los que Saku no había salido de la habitación y apenas había comido.

Pero de repente una tarde Saku,escucho llegar a su casa un coche y tras abrirse la puerta entro Alex a su habitación.
Saku sin poder contener su alegría al ver a Alex se le hecho encima y empezó a llorar por primera vez en su vida, lo había pasado tan mal que sus lagrimas salieron solas.

Alex le dijo Saku estas llorando por mi, no te preocupes yo estoy bien, ya no nos separaremos nunca
( hay mi pobre Saku) lo que habrás tenido que sufrir si saber si yo volvería, ( te quiero Saku).

Y Saku mirándolo fijamente y con su pata puesta en la pierna de Alex le dio a entender lo mismo.
Los perros y las personas crean un lazo que es difícil de romper, ya que ellos siempre están ahí para nosotros.





















lunes, 4 de mayo de 2015

La paloma que tenia miedo a volar.

Había una vez una paloma, que hizo el nido en una maceta que estaba en el balcón de una casa, donde vivía un hombre ya mayor.

La paloma tenia su nido muy cuidado, ya que en el había dos huevos.
Aquel hombre se había dado cuenta y por eso no regaba ya aquella maceta a pesar de que se estaba secando.

El hombre como vivía solo se pasaba el día pendiente de la paloma, ya que sin darse cuenta se había acostumbrado a ella.
Mientras el se pasaba gran parte de su tiempo sentado en su viejo sofá, la paloma iba y venia  para que los huevos no se enfriasen .

Todos los días el bueno de aquel hombre le dejaba trigo en el suelo junto a su nido y la paloma se lo comía.
Ya que aquella paloma había perdido su pareja y estaba sola con sus dos huevos.

Pasaron casi veinte días y uno de los huevos empezó a romperse, y paso justo en el momento que su madre no estaba allí.
El pequeño con gran dificultad rompía su cascaron, y justo cuando estaba casi a fuera , vino su madre.
La paloma estaba muy contenta ya que al fin una de sus crías había nacido, solo esperaba que la otra también lo hiciera pronto.

Pero paso una semana y el otro huevo no se había roto, la paloma estaba muy preocupada, pensando que quizás no hubiese tenido la misma suerte que su hermano.
Pero el hombre observando todo lo que pasaba, decidió intervenir- cuando la paloma dejo el nido por un rato- el cogió el huevo y con mucho cuidado lo abrió un poquito, y allí estaba la pequeña palomita, intentando moverse- muy débil.

Le quito un poco la cascara y lo dejo en el nido, la paloma al llegar vio como estaba su hijo, y se dio cuenta de que necesitaba ayuda.
Así que decidió abrir el huevo con su pico para ayudar a salir a su hijo- eso si - con mucho cuidado.
Paso toda la noche pendiente del huevo y por la mañana su hijo ya estaba fuera del huevo.

Pero su hermano estaba muy espabilado y no se quedaba quieto ni un momento, así que tardo un poco mas en recuperarse, pero al final se recupero.
Había pasado un mes y los polluelos estaban preparados para volar, ya estaban cubiertos de plumas y el mas pequeño era todo blanco, mientras el mayor era de color gris.

Su madre les dijo vamos hay que volar, todo esto siendo observado por el hombre que vivía en aquella casa.
Y la paloma mayor salio volando, desplegando sus plumas y meneando sus alas con el viento, pero en cambio el pequeño no quería tenia miedo.
Su madre (le dijo) que si no echaba a volar se quedaría solo, pero el dijo. que no le importaba, que se quedaría allí que ya volaría otro día.

A lo que su madre le dijo: yo tengo que marcharme tu ya eres mayor yo no puedo cuidarte siempre,y diciéndole esto se marcho.
Ella lo hizo por su bien para que volase como todas las palomas,y pensó que si ella se quedaba con el jamas tendría el valor que le hacia falta.

Y allí se quedo solo, estuvo un día entero sin comer, cuando de repente aquel hombre lo cogió y lo puso en el suelo donde le había puesto trigo para que comiera.
El hombre le dijo: pequeño no sabrás volar, pero si andar, así que puedes quedarte conmigo todo el tiempo que quieras, hasta que decidas marcharte y volar.

Aquellas palabras fueron un sueño para la paloma, porque se quedo junto aquel hombre que la cuido durante mucho tiempo.
Hasta que un día harto de ver volar a otras palomas decidió marcharse y volar, así que alzo sus alas y voló, fue una sensación tan buena para la paloma que voló y voló.

Para despedirse de aquel buen hombre que la había cuidado tanto (cogió una hermosa flor) de un campo cercano  y se la dejo en el balcón.
El hombre al ver aquello entendió que la paloma tenia que marcharse, aunque sabia que algún día volvería de nuevo,y el la estaría esperando.
         
                                                   Fin