Pero la ciudad no era como el la había soñado, era un lugar donde la gente parecía ir a lo suyo y siempre con prisa, al pasar por la calle no se saludaban, no parecían ni verse, es por eso que los sentimientos de JJ se iban hacia el único lugar que recordaba de otras navidades, su casa situada en un pequeño pueblo de pescadores.
Pero no todo era malo en la ciudad, ya que la Navidad era una época muy bonita en cualquier lugar y las calles al igual que las tiendas estaban alumbradas y decoradas con arboles de Navidad y todo lo que ello llevaba, dejando ver el espíritu Navideño.
Aunque JJ añoraba mucho a su familia, pero no podía ir su pueblo estas Navidades, ya que trabajaba en una oficina de Teléfonos y como llevaba poco tiempo no tenía vacaciones, así que lo intentaba llevar lo mejor posible.
La vida no es fácil para nadie pensaba JJ y mucho menos en los tiempos que corrían, ya que era una suerte encontrar un trabajo.
Día a día tenia que ver como la gente en la calle pedía limosna con niños pequeños en los brazos, a la vez que también paseaban personas por la calle cargadas de regalos, JJ no entendía porque había tanta gente pasando hambre y otras gastando el dinero en cosas que no les servían para nada.
Pero era la noche de noche buena y todo a su alrededor inspiraba amor y esperanza para el y los demás.
Aunque como todas las pequeñas cosas, mas grandes, pasan cuando menos lo esperas y así fue como aquella noche casi a punto de cerrar la tienda donde trabajaba JJ, una mujer ya mayor vino a comprar un nuevo teléfono, ya que el suyo se le había caído al suelo ese mismo día, con la mala suerte que se le había partido y justo esa noche era cuando mas lo necesitaba.
Aunque tenia muy poco dinero y tenia miedo de que no le llegase para comparar un nuevo teléfono.
Según -dijo- ella ya que desde hacia varios años, la noche de Noche Buena esperaba la llamada de su único hijo que vivía muy lejos de allí y estaba impaciente por hablar con el y sus nietos ya que se sentía muy sola.
Así que JJ conmovido por aquello atendió a esta mujer de un manera muy especial, demostrándole todo su respeto y confianza.
Así que el fue a buscar dentro del almacén un teléfono muy económico, que ya apenas se vendía, a pesar de que el tenia la obligación de intentar vender siempre los mas caros de la tienda.
Aquella mujer agradecida por el trato recibido y haberle buscado un teléfono tan económico, le deseo de todo corazón, una Feliz Navidad.
Pero la tienda parecía llenarse de gente cuando estaba casi a punto de cerrar, esta vez JJ tuvo que atender a un niño que decía que no encontraba a su madre.
Pero pequeño esto es una tienda de teléfonos, aquí no buscamos a las madres perdidas, llamare a un guardia le dijo JJ, pero en ese momento el niño se agarro a la mano de JJ y le pidió que por favor fuese con el a buscar a su madre.
JJ miro el reloj y viendo que faltaba apenas unos quince minutos para cerrar la tienda, le dijo al niño que de acuerdo, que si esperaba solo un ratito el lo acompañaría a buscar a su madre.
El pequeño casi consolado al oír esas palabras, se sentó en una silla junto al mostrador esperando que JJ cumpliera lo que le había dicho.
Mientras una joven esparaba su turno, observabando todo aquello, le ofreció a JJ su ayuda para buscar al la madre de aquel pequeño.diciéndole al momento a JJ -si quieres yo también puedo ayudar a encontrar a su madre, tengo tiempo de sobra, ademas a la tienda puedo venir cualquier otro día.
JJ sorprendido ante tanta generosidad, le dio las gracias y le pidió que esperase unos minutos hasta que cerrase la tienda.
La joven le dijo - de acuerdo- mi nombre es Maria y se sentó junto al pequeño.
Estaba casi a punto de cerrar la puerta de la tienda, cuando un hombre de mediana edad, le pidió por favor que le vendiese un teléfono ya que había perdido el suyo en el tren, y lo necesitaba para llegar a su casa, ya que hacia años que no venia a la ciudad y su madre no lo esperaba.
JJ apurado lo dejo entrar, a pesar de que era la hora de cerrar y le vendió un teléfono, esta vez aquel hombre parecía tener dinero ya que eligió el primero que vio sin importarle el precio.
Pero antes de marcharse, le dio las gracias y le deseo una Feliz Navidad.
JJ al fin pudo cerrar la tienda.
Así que JJ y la joven acompañando al pequeño, salieron a buscar a su madre, y justo en la esquina de la calle una mujer estaba hablando con un guardia, cuando el niño dijo de repente - es mi mama, JJ has encontrado a mi mama, gracias, y aquel pequeño se quedo abrazando a su madre, mientras esta le daba las gracias por haberle devuelto a su pequeño y le deseaba una Feliz Navidad.
Así que feliz de ver que todo había salido bien, JJ le ofreció a la Maria una taza de chocolate caliente, en una cafetería cercana de allí.
Pero de camino a la cafetería en medio de la calle, vio una niña con su madre mirando una tienda de pasteles, pero lo que verdaderamente le llamo la atención a JJ es que la pequeña tenia los dedos de los pies fuera de los zapatos ya que eran pequeños para ella.
Así que acercándose a esta mujer y su hija, le dio su abrigo y el poco dinero que llevaba, la mujer sorprendida por aquello, le dio las gracias y le deseo una feliz Navidad.
Pero lo que estaba claro es que ahora no podía invitar a Maria al chocolate, pero en ese momento ella le dijo: que ella lo invitaba a el, y que nunca había conocido a alguien con tan buen corazón.
Así que unos minutos mas tardes, sentados en la cafetería hablando y riendo JJ se dio cuenta de la suerte que había tenido aquella noche, al sentir que podía ayudar a los demás, solo siendo amable y teniendo un buen corazón.
Y en aquel momento JJ entendió que la Navidad era algo mas que estar junto a la familia y celebrar la Navidad, era dar lo mejor de uno mismo. pero no solo ese día, sino todos los días del año.
FELIZ NAVIDAD