sábado, 24 de octubre de 2015

La ultima calabaza.

Cuentan que una vez hubo una calabaza, que fue recordada por todos los habitantes de un pequeño pueblo en las montañas.

Era la noche de halloven y todas las casas tenían en sus puertas una calabaza con un trozo de carbón para protegerse de los malos espíritus y así poder guiar el camino iluminado a sus seres queridos que ya no estaban con ellos.

Bueno todas las casas tenían una calabaza, porque la habían cogido en el campo hacia varios días.
Pero dejaron una calabaza, solo una sin coger ya que ha nadie le gustaba su forma, ella no era redonda como las demás, estaba un poco aplastada así que  nadie la quiso.

Ella veía a lo lejos a todas sus hermanas muy felices alumbrando las casas, mientras ella se sentía sola y abandonada.
Pobre calabaza, se había pasado toda su vida preparándose para esa noche, y ahora su sueño, (su mayor sueño) que había sido siempre formar parte de esa noche ya nunca se cumpliría, seguramente acabaría siendo la comida de algún animal.

La noche estaba muy oscura, y la pobre calabaza solo quería desaparecer de allí, (de aquel lugar), pero no podía, ya que no podía andar.
Sola y triste recordaba el día en que vinieron a por sus hermanas, y ella cada vez se iba quedando mas sola, al ver que nadie la quería.

Con los ojos llenos de lagrimas miraba al cielo, y su sueño se desvanecía entre las estrellas.
Aunque en el fondo de su corazón sabia que seguramente pasaría eso, ya que ella veía que era diferente a sus hermanas.

Pero paso algo que ella ya no esperaba, vio a lo lejos una luz que se dirigía hacia ella, y tuvo miedo creyó que aquel seria su final.
Así que cuando vio venir aquel hombre con un cuchillo empezó a temblar de miedo.

El hombre se acerco a ella, y con mucho cuidado corto la parte que la unía a la tierra, la cogió en brazos y le dijo: (calabaza hoy es tu día de suerte), ya que a pesar de tu forma seras la que alumbres mi casa, ya que mi pequeña esta enferma y esta esperando que le lleve una calabaza.

La calabaza al oír estas palabras se puso muy contenta, no solo tendría el honor de ser una calabaza como las demás, sino que ademas una niña la estaba esperando, (se podía ser mas feliz) pensó.
Al llegar aquella casa, aquel hombre la puso en las manos de su hija, entre ella y sus padres la adornaron y le pusieron un carbón dentro para que se viera su luz.

Al fin la calabaza había encontrado su lugar y ya no estaba sola, ahora era feliz.
                                                Fin.

































viernes, 23 de octubre de 2015

Marta y Lucia, el día de Hallowen.

Marta y Lucia, se despertaron temprano por la mañana, era Hallowen y su madre les había prometido que harían una fiesta, a la que estarían invitados todas sus amigas y amigos.

Marta quería vestirse de princesa, pero Lucia no, ella quería vestirse de bruja.
Su madre al ver que sus hijas querían vestirse cada una con un disfraz diferente, las llevo al desván, abrió un viejo baúl, y saco algunos vestidos.

Marta estaba entusiasmada, eran tan bonitos que no sabía cual escoger, en cambio Lucia estaba enfadada, ya que no había ningún vestido que le valiese para vestirse de bruja.

Pero su madre al ver su carita triste y desilusionada, le dijo: Lucia acaso crees que me he olvidado de ti, (no mama) dijo Lucia, ya se que no.
Entonces cariño quiero que abras la caja que esta en aquel rincón, ¿ cual mama, la que tiene la tapa roja? si  cariño esa, respondió su madre con una agradable sonrisa.

Lucia abrió la caja que tenia algo de polvo, pero eso no le importo, porque dentro de aquella caja había un viejo vestido algo arrugado, pero lo que a ella mas le gusto es que era de bruja. 
Mama, mama mira es el vestido que yo quería, (dijo Lucia muy contenta).

Bueno ahora que las dos tenéis vuestros vestidos, es hora de preparar la fiesta, (dijo su madre muy ilusionada).
Marta, Lucia, tenemos que adornar la casa con las calabazas que hemos comprado y las otras cosas, como las arañas de mentira que tanto miedo le dan a la abuela.(dijo su madre muy entusiasmada).
Vale mama, (dijeron las niñas), y todas juntas se pusieron a decorar la casa.

Llego la tarde, y la casa estaba ya preparada para la fiesta, daba hasta miedo con tantas calabazas decoradas, arañas colgando por todas partes y hasta fantasmas mirando por las ventanas.

Marta y Lucia se fueron a vestir mientras su madre terminaba de preparar los dulces para la fiesta.
Era ya casi de noche cuando llego su padre y  su abuela Lola, y  eso que a su abuela no le gustaba mucho estar allí ese día, ya que no le gustaban las arañas colgando del techo ya que la ponía muy mal.

Pero al ver a sus nietas tan ilusionadas con sus disfraces, dejo de pensar en las arañas y solo deseaba que empezara la fiesta.
Pronto empezaron a llegar los invitados a la fiesta, todos llevaban disfraces, y el mas divertido y a la vez terrorífico era el de su amigo Carlitos, que parecía un muerto viviente de verdad, hasta la abuela se quedo asombrada.
Todo parecía ir bien la música sonaba, los niños se estaban divirtiendo, a la vez que no dejaban de comer pasteles en forma de calabaza.

Cuando de pronto la música dejo de sonar, se oyeron muchos ruidos y quejidos en la casa, todos se asustaron mucho y empezaron a gritar aterrorizados.

Marta se agarro a la mano de su abuela, en cambio Lucia se hizo la valiente y fue hacia donde venían los ruidos y quejidos.

Todos les gritaban (Lucia no vayas, puede pasarte algo), pero ella creyendo que la ropa de bruja la protegería, fue y entro a la cocina de su casa que estaba muy oscura, de pronto algo toco su mano y empezó a temblar de miedo.

A la vez que una voz le decía (Lucia ven conmigo), pero ella grito muy fuerte (no), -quiero que te vayas de mi casa- y te lo digo muy enserio.

De pronto alguien se puso a reír a carcajadas, a la vez que encendido la luz, y Lucia se dio cuenta de que era su padre el que le había querido asustar.

Su padre pidió perdón a todos los que estaban en la fiesta por haberles asustado, pero todos se dieron cuenta de que había sido muy divertido a pesar de todo.

 Marta con todos los niños y niñas que estaban allí incluyendo la abuela y sus padres, (felicitaron a Lucia) por haber sido tan valiente.

Y la pequeña brujita muy orgullosa tomo a su hermana de la mano y dijo (que siga la fiesta), la música sonó de nuevo y todos se lo pasaron muy bien.

A pesar del miedo que pasaron todos, fue una noche inolvidable, sobre todo muy divertida y nada, nada aburrida.
                                                Fin







































domingo, 4 de octubre de 2015

Detrás de la puerta marrón alguien mira.

Alguien mira detrás de una puerta, ¿ quien sera?, ¿que querrá, que no dice nada?.

Es una niña pequeña, que ve como su padre dejado y cansado duerme intranquilo.
¿Que sera lo que le atormenta?, porque sera que esa niña no entra a la habitación y mira detrás de la puerta.

Acaso su padre se lo habrá prohibido, os es que ella sabe que muy pronto el se marchara.
(O mi pequeña niña), (mi pequeña amapola), ven al lado de tu padre que esta triste y solo, pero que muy pronto partirá a una vida mejor.

No estés tristes mi pequeña, (ven entra) que quiero estar contigo y verte bien la cara.
Pero la niña no se atreve a entrar y sigue detrás de la puerta fijando su mirada.

De pronto su madre llega a su casa, viene triste y demacrada, parece que hubiese envejecido en unos meses.
Ve a su pequeña,  se va hacia ella y la abraza con mucho amor, y le dice en voz baja: cariño mio ve con papa, el te espera.

Pero la niña se niega a entrar, parece sentir que sera la ultima vez que vea a su padre.
Por eso lo mira detrás de la puerta, quiere evitar que quien viene a por su padre se lo lleve.

Mi pobre pequeña, se me desgarra el alma de sentirte tan cerca y a la vez tan lejos, (anda ven junto a mi).
Pero en unos segundos los ojos de la pequeña se cierran y su madre llora de rodillas destrozada junto a la cama.

(La niña, la pequeña amapola) de su padre sale detrás de la puerta y coge la mano de su padre ya derrotada.

Su madre la mira y piensa porque la vida a veces es tan injusta, y (en ese momento, en ese preciso momento) una luz fuerte y brillante, ilumina la cara de la pequeña y abre los ojos de nuevo.

(Su madre da gracias), y le dice a la pequeña: cariño ¿te despediste de tu padre?.
Y la pequeña le contesta, (si mama) y le dije: que ya iré mas tarde, (que ahora quiero estar contigo), y salir de esta cama.












viernes, 2 de octubre de 2015

Silia la mujer solitaria.

Una tarde fría de invierno junto a un vieja chimenea, una mujer se calentaba sus manos frías y arrugadas por el paso del tiempo.

Esta mujer como cualquier otra persona tenia una historia, (su historia) esa vida que una vez vivió sin importarle el mañana.
Silia era ya mayor y estaba sola, las paredes de su casa marcadas por el tiempo, con la pintura caída y sus paredes quebrajadas  dejaban ver que una vez fue una gran casa.

Al igual que la vida de Silia, que una vez también fue joven y soñadora, creyendo que siempre seria joven y que el amor a su lado siempre estaría.

Silia desde niña fue muy valiente no dejando que nadie la intimidara, y sin embargo ahora daba pena verla tan sola y apagada.

¿Donde esta la niña que una vez fue feliz? y a la que la vida parecía dárselo todo.
Esta mujer de ahora apenas se levanta de una vieja silla, (y no es que no pueda) sino que a veces el alma se olvida de que aun estamos vivos y nos deja sentados.

(Levanta mujer) oyó una mañana, fue la voz de su marido que la miraba desde los pies de la cama, o al menos eso creía ella, ya que hacia tiempo que el no estaba.

Pero para que levantarme si nadie me espera al alba, (y se oyó la voz de nuevo)- si esposa levanta- que aunque yo te espero aun le debes algo a la vida, anda y mira por la ventana.
Y Silia apenas sin fuerzas se acerca a la ventana y a través de un cristal empañado por la niebla de la mañana mira y no ve nada.

No entiendo, esposo que quieres que mire si no hay nada, ¿dime Silia que ves?, (nada ya te lo dije), no veo nada.
Eso sera porque miras con la mirada de siempre, anda limpia el cristal y mira de nuevo, ¿ que ves ahora?.

Silia se queda mirando un buen rato, y de pronto algo llama su atención, un pequeño pajarito en la rama de un árbol tiembla de frío, y Silia sin apenas pensárselo sale fuera de la casa y con mucho cuidado lo coge y lo lleva dentro de su casa, al acercarlo a la chimenea sobre sus manos, el pajarito se posa aliviado y tranquilo.

Silia ya no esta sola ahora tiene un compañero dentro de su casa.
A la mañana siguiente a los pies de su cama vuelve a oír de nuevo (Silia mira por la ventana).
Y ella se levanta con el pajarito en su hombro y mira de nuevo, y su esposo le vuelve a preguntar ¿Silia que ves?.

Y ella replica de nuevo (no veo nada), pero aun así se queda mirando y ve un perro cojeando y con mucho frío.

Silia abre la puerta de su casa y deja entrar al perro que atraído por el calor de la chimenea se echa a su lado.
Silia le cura la pata y le pone un vendaje, el perro agradecido se apoya en sus faldas, ahora con el y su pajarito ella esta acompañada.

Silia ya no esta sola, porque ahora ha visto que siempre puede ayudar, a pesar de que sus manos están viejas y cansadas.