lunes, 5 de febrero de 2018

Un día con mi abuelo Pablo.

Mi abuelo era un hombre muy bueno, criado en una familia numerosa, en la que tenia muchos hermanos.
Y cuando yo iba a visitarle, le gustaba contarme historias de sus días vividos, felices cuando era pequeño como yo.
Sentado en una vieja butaca y meciéndose, a la vez que me contaba una historia, mi abuelo me contaba como un día en el que estaba lloviendo mucho, su hermano Miguel fue a jugar a casa de un amigo, con tan mala suerte que se cayo por un barranco por el que apenas pasaba nadie.
Y que al ver su madre que no llegaba siendo de noche, salieron a buscarlo, lo buscaron por todo el pueblo, y hasta la familia de su amigo Pedro, también lo busco, pero nadie dio con el.
Pasaron dos días sin saber nada de el, la madre de mi abuelo lloraba desesperada, al no saber nada de su hijo, y mi abuelo y sus hermanos no dejaban de buscarle.
Al ser el mas pequeño hermano de mi abuelo -con solo siete años, todos llegaron a pensar que nunca mas apereceria, pero por suerte, (siguió contándome mi abuelo con una sonrisa dibujada en su cara).
Encontraron a mi hermano en un camino no muy lejos de mi casa, sus ropas estaban muy sucias y tenia un hambre feroz, con los ojos enrojecidos de tanto llorar, al verse solo en aquel frió lugar.
Pero por suerte todo acabo bien y mi hermano ya estaba de nuevo en su casa, en la que debo decir que en mucho tiempo no salio a penas por miedo a perderse otra vez.
En fin dijo mi abuelo mirándome muy serio, espero que tu seas muy bueno, y hagas siempre caso a tus padres, ya que para ellos eres la persona mas importante de sus vidas y te quieren un montón, al igual que tu abuela y yo.
Y acercando se a mi para darme un beso, me acaricio el pelo y me dijo: anda y ve a la cocina que tu abuela esta haciendo madalenas para ti.
Y así fue como mi abuelo Pablo me conto una de sus historias.
A por cierto yo le quiero también un muchísimo y es el mejor abuelo del mundo.